Cristián VIII de Dinamarca

En Dinamarca llegó al poder en 1839, y gobernaría como monarca absoluto, defraudando las aspiraciones de los daneses liberales hacia una democratización de la vida política y una reforma hacia una monarquía constitucional.

Como el rey Federico VI no tenía hijos varones, Cristián fue, de acuerdo a la Ley Real (Kongeloven), el más cercano en la sucesión del trono de Dinamarca y Noruega.

El mismo día, Cristián fue elegido como rey de Noruega, en una monarquía constitucional.

Tras una corta guerra contra Suecia, se vio obligado a aceptar la Convención de Moss del 14 de agosto, abdicar al trono y regresar a Dinamarca después de convocar a una asamblea extraordinaria al Storting (parlamento noruego), dejando el poder en sus manos.

Por los acuerdos entre el Storting y los diplomáticos suecos, Noruega conservó su constitución, aunque esta pasó por algunos cambios para permitir una laxa unión con Suecia.

Su llegada al poder fue recibida con beneplácito por los liberales daneses, que recordaban su obra en Noruega, y muchos esperaban que el nuevo rey le daría a Dinamarca una nueva constitución (hasta entonces, Dinamarca contaba con una "constitución" absolutista).

No obstante, concedió una constitución autónoma a Islandia, y favoreció la vida cultural e intelectual.

Financió a Heinrich Christian Schumacher para la publicación de su periódico científico Astronomische Nachrichter (Noticias Astronómicas).

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Litografía de Christian Frederik