Cristina Luisa era la tercera hija de Alberto Ernesto I de Öttingen-Öttingen (1642-1683), elevado al rango de príncipe en el año 1674, y de la duquesa Cristina Federica de Wurtemberg (1644-1674).
Cristina Luisa y su esposo se trasladaron a vivir a Blankenburg, a una propiedad cedida por Antonio Ulrico de Brunswick-Luneburgo, su suegro.
De su matrimonio nacieron cuatro hijas mujeres, de las que sólo tres llegaron a la adultez.
Luis Rodolfo supo elegir óptimos partidos para sus hijas por lo que llegaron a ser abuelos de importantes soberanos como María Teresa I de Austria, Pedro II de Rusia, la reina de Prusia Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel-Bevern y la reina de Dinamarca Juliana María.
La duquesa Cristina Luisa está enterrada junto a su esposo en la catedral de Brunswick.