En la década de 1680 viajó solo o con su familia cuatro veces a Venecia, inspirado por sus primos, que gobernaban en Celle, Hannover e Iburg.
Después de la subdivisión Hanover del ducado había recibido un nuevo príncipe-elector del Emperador en 1692, las tensiones entre los dos estados se levantaron, tanto Antonio Ulrico como Rodolfo Augusto estaban consternados porque que habían recibido el electorado.
Mientras tanto Hannover y Luneburgo se alinearon con el emperador Leopoldo I en la Guerra de Sucesión Española, Antonio Ulrico decidió entrar en un acuerdo con Francia.
En abril de 1702, Rodolfo Augusto firmó un tratado con Hannover y Luneburgo que Antonio Ulrico posteriormente aceptó.
Continuó resolviendo varias disputas con Hannover, hasta que se llegó a un acuerdo final entre los dos principados hermanos en 1706.