Gran Bretaña había convertido a Egipto en un protectorado de facto desde 1881 y aspiraba a disfrutar de los mismos derechos de soberanía que el gobierno egipcio poseía sobre Sudán, aunque era débil la autoridad efectiva ejercida por Egipto sobre esos territorios y esto obligaba a la presencia militar británica.
[3] La Guerra mahdista (1881-1899) fue una guerra colonial británica que tuvo lugar a fines del siglo XIX, que inicialmente enfrentó a los seguidores del líder religioso sudanés Muhammad Ahmad bin Abd Allah, que se había autoproclamado el Mahdi ("Guía") del Islam, y a las fuerzas del Jedivato de Egipto, a las que más tarde se unieron las fuerzas británicas.
Ignorando esa situación, Marchand y sus hombres establecieron un pequeño campamento en Fachoda a la espera de una expedición que nunca llegaría.
La superioridad naval británica fue considerada por los políticos franceses como un elemento disuasivo muy importante, lo cual generó que el gobierno francés ordenase a sus tropas la retirada el 3 de noviembre de 1898, dando fin al incidente.
Los franceses se retiraron del conflicto debido a la superioridad naval de los británicos.
Porque, si la verdadera prioridad de la política exterior de Francia en ese momento era recuperar Alsacia y Lorena, anexadas por el Imperio alemán en 1871, los franceses no podían permitirse alienar a su vecino inglés.
Una alianza que entraría en juego durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en la cual Francia e Inglaterra lucharían contra los alemanes.