Cosacos del Térek

[1]​ Los primeros indicios conocidos de asentamientos eslavos en la parte baja del río Térek datan del año 1520, cuando el Principado de Riazán fue anexionado por el Gran Duque de Moscú Basilio III y un gran grupo marchó y se asentó en el puerto natural del río Térek (actual Chechenia septentrional).

En 1577, tras la derrota de los cosacos del Volga por el streléts Iván Murashkin, muchos se dispersaron y algunos de ellos se asentaron en la cuenca del Térek y el Voevoda Novosíltsev construyó el segundo Terka en el Térek.

En 1584 este Terka seguía abandonado y controlado por cosacos, algunos de los cuales fueron reclutados por el rey georgiano Simón I.

Durante el Periodo Tumultuoso, en 1606, cuatro mil cosacos del Térek se fueron al Volga para apoyar a su propio candidato para zar: Ileyka Múromets, pero ya en 1614 los Remeros apoyaban al nuevo monarca Miguel Románov y le ayudaron en sofocar los disturbios en Astracán.

Para mediados del siglo XVII, otra vez los cosacos se expandieron hacia el Sunzha, donde construyeron un nuevo puesto avanzado en 1651, dos años más tarde el puesto resistió un ataque de los cumucos y daguestaníes.

Más tarde, en 1711 el conde Apraskin reasentó a los Remeros cosacos en la margen izquierda del río Térek.

Simultáneamente a la llegada de los calmucos al noroeste del mar Caspio se desarrolló una campaña combinada contra Temryuk durante la guerra ruso-turca de 1735-1739, donde los cosacos del Térek fueron dirigidos por los atamanes Auka y Petrov.

En la segunda mitad del siglo XVIII, las relaciones entre los cosacos y las gentes de la montaña comenzaron a volverse tensas.

En 1771 Yemelián Pugachov llegó al Térek y para mostrar lealtad el atamán Tatárintsev lo arrestó.

La guerra ruso-turca (1768-1774) y el resultante tratado de Küçük Kaynarca dio a Rusia el pretexto bajo el cual podían comenzar su expansión hacia el Cáucaso, y así se inició la casi centenaria Guerra del Cáucaso.

Se crearon puestos para la expansión rusa hacia el centro del Cáucaso por parte de los nuevos colonos, la línea defensiva del Cáucaso, incluyendo: Gueórguiyevsk (ahora en el krai de Stávropol) en 1777 por el regimiento Jopiorski y Vladikavkaz en 1784.

Sin embargo, el mayor hueco existente en la sección occidental de la línea fue resuelto cuando en 1792 se reasentaron allí los cosacos del Mar Negro.

Asimismo, Yermólov reformó el conjunto de la estructura cosaca y en 1819 sustituyó los atamanes electos por comandantes designados.

Después de que Yermólov fuera retirado del Cáucaso, tuvo lugar una nueva reforma y los regimientos provisionales en el centro del Cáucaso se unieron con las tres huestes en el Térek para formar la Hueste de Cosacos de la Línea del Cáucaso (Кавказское линейное казачье войско, Kavkázskoye linéynoye kazachye voysko) en 1832, y el nuevo atamán Nakazny se nombró a Piotr Verzilin.

Este hecho dejó el antiguo triángulo Sunzha-Térek de Mesopotamia dividido por la nueva tierra chechena que cruzaba por el medio.

Sin embargo, en la década de 1930, para hacer las autonomías montañesas más sostenibles en términos económicos, fueron fusionadas con las restantes tierras cosacas.

Muchos de las élites educadas también perdieron posiciones en el gobierno, industria y academia frente a los locales en contacto con estos poderes.