Condado de Besalú

Esta organización se realizó en un intento de fortalecer el control franco y mantener la paz en la región, integrando los territorios en una entidad política más amplia.La creación y fortalecimiento de monasterios en estos territorios no solo fomentó la vida religiosa, sino que también consolidó el control franco en la región.[3]​ A finales del IX, el conde Wifredo el Velloso (c. 840-897), una figura clave en la consolidación de los condados catalanes y en la formación de una identidad política en la región, reorganizó los territorios bajo su control para fortalecer su dominio y asegurar la sucesión.[6]​ Esta independencia y crecimiento continuaron hasta el XI, cuando Besalú alcanzó su época de mayor esplendor bajo la dinastía fundada por Bernardo Tallaferro, consolidándose como un condado relevante en el panorama político catalán medieval.[7]​ Cuando Miró II falleció en 927, sus dominios, incluido Besalú, pasaron a sus hijos bajo un sistema de cogobierno.Este vínculo permitió a Besalú mantener una relativa independencia y desarrollar una administración feudal sólida que promovió la estabilidad del condado.Esta fase bajo el dominio de Cerdaña fue clave para la consolidación del condado como una entidad política relevante en Cataluña.Bernardo promovió el desarrollo de la infraestructura religiosa y administrativa, consolidando su poder en la región.[11]​ Durante su mandato, Bernardo Tallaferro también fue un activo patrocinador del arte y la arquitectura románica, impulsando la construcción de monasterios y otros edificios religiosos que consolidaron el estatus de Besalú como un centro cultural en Cataluña.Su liderazgo estableció las bases para una administración organizada y sólida en el condado, aunque la autonomía de Besalú comenzaría a declinar tras su muerte.Estos territorios, conocidos como pagi, no solo ayudaban a gestionar el condado de forma más eficiente, sino que también fortalecían la estructura feudal al establecer vínculos de lealtad y servicio entre los vizcondes y el conde.Esta estructura territorial se mantuvo hasta la anexión del condado por el Condado de Barcelona en 1111, momento en el cual Besalú perdió su independencia administrativa y sus vizcondados fueron incorporados a la estructura política de la corona catalana.Las monedas de Besalú, conocidas como dineros, fueron de plata y circulaban ampliamente en la región, ayudando a consolidar una economía local independiente y a fortalecer la identidad del condado como entidad política autónoma.[19]​ La economía de Besalú se basaba principalmente en la agricultura, especialmente en el cultivo de cereales, vid y olivo, productos que eran comerciados en mercados locales y también en rutas comerciales hacia otros condados.Este acuerdo evidenciaba la influencia creciente de Barcelona sobre Besalú y preparaba el terreno para la anexión.La anexión fue un proceso pacífico que consolidó el poder de Barcelona en la región y fortaleció su influencia sobre los antiguos condados catalanes.[27]​ En 1017, Bernardo Tallaferro obtuvo del papa Benedicto VIII el permiso para la creación de un obispado en Besalú.Este nuevo obispado, que pretendía reducir la dependencia de los condados vecinos como Gerona y Vic, fue una muestra de la influencia política y eclesiástica que el conde había logrado alcanzar.