Benedicto VIII

[1]​ Año y medio más tarde, en 1014, Benedicto VIII fue repuesto en el papado por el rey Enrique II de Sajonia, quien favorable a la reforma de la Iglesia se decantó por Benedicto al considerarlo más proclive a la misma.Como recompensa por este acto, Enrique II obtuvo la coronación imperial en Roma en el año 1014, en donde por primera vez en Occidente el emperador recibió del papa, junto a la corona, el globo con la cruz como símbolo del poder universal.En 1016 Benedicto VIII, al frente de tropas italianas, vence a los sarracenos que habían atacado la Italia central e inmediatamente se encuentra con el enfrentamiento con el Imperio bizantino en el sur de Italia cuando el emperador de estos, Basilio II, reanuda la política de restauración practicada antaño por Justiniano al reconquistar, en la batalla de Cannas en 1018, la Apulia que se había sublevado en el año 1009.En dicho encuentro entre el papa y el emperador se plantearon algunas ideas de reforma de la Iglesia y se convocó en 1022 el Sínodo de Pavía que se celebró bajo la presidencia del papa y del emperador y en el que se repitió la exigencia canónica de celibato para el alto clero hasta el subdiácono, y se estableció que los hijos habidos del enlace de sacerdotes no libres con mujeres libres habrían de seguir el estado del padre para que no se perdiese para la Iglesia ni pudiesen ser peligrosos por la herencia del bien eclesiástico.La “Tregua de Dios” se basaba en un principio canónico que prohibía las hostilidades entre el sábado por la noche y el lunes por la mañana.