O sea, los territorios situados en el curso alto del río Fluvià.
Ya ejercía sin duda en 1079, y todavía estaba vivo cuando participó en la expedición a Baleares de 1114.
Ya estaba muerto en 1118: Como su hijo Pedro (o Pedro Udalardo) había muerto antes que él, la herencia recayó en el nieto Udalardo II (casado con Ferrana de Moncada), el cual murió joven hacia 1123 dejando un hijo niño, Pedro I, bajo tutela de su tío materno Guillermo Ramón de Moncada.
[2] Esto permitió que su hijo Pedro II de Cervera también heredara el título.
Simón murió en 1247, por lo que Gueraua lo regentó hasta que la hija Sibila heredó el título al casarse con Hugo V conde de Ampurias (o Hugo IV de Bas) en 1262.
[2] Sin embargo, una vez viuda Sibila tuvo que vender el vizcondado al rey Pedro III en 1280;[2] de la misma manera que también se tuvo que vender los castillos de Milany, Vallfogona, Llaiers y Puigmal a su sobrino Dalmau de Palau.
[2] Una vez pagada la deuda en 1331, Hugo V (Huguet) recuperó el título a cambio de setenta mil sueldos que pagó al rey Alfonso III.
[4] Éste le traspasó a su hijo Bernardo III de Cabrera en 1354.
Cuando su padre fue ejecutado por la Corona en 1364, Bernado III sublevó el vizcondado durante los años sesenta de ese siglo, insurrección que fue apagada con dificultades.