Tras su muerte, en 1904, la modesta herencia que dejó permitió enviar al pequeño Louis-Ferdinand a una escuela privada.
[3] Muchas de esas experiencias fueron transpuestas literariamente en su segunda novela, Muerte a crédito.
|fechaacceso= requiere |url= (ayuda) Se lo destinó al consulado francés en Londres, donde frecuentó los bajos fondos.
Debido a las largas ausencias, terminaría su segundo matrimonio con Edith Follet dos años después de graduarse.
En 1926 conoció en Ginebra a su amante Elizabeth Craig, una estadounidense nacida en 1902 con quien vivió en París hasta 1933.
Céline escribió tres panfletos: Bagatelles pour un massacre (1937), L'École des cadavres (1938) y Les Beaux draps (1941), fuertemente antisemitas.
Allí es arrestado por orden del gobierno francés y pasa más de un año en prisión.
Adquirió fama entre el movimiento Beat, William S. Burroughs y Allen Ginsberg lo visitaron también en los años cincuenta.
El lenguaje oral, grosero y muy jergal, escandalizó a los contemporáneos y fue mucho más lejos que escritores que intentaron, antes de Céline, escribir usando este registro, como Émile Zola.
«En Céline la opción en pro de una escritura agresiva, el gusto por las bromas —más exactamente, ocurrencias— y la provocación se apoyan en este caso en una conciencia permanente en su valor como escritor».
Autores como Charles Bukowski, Jean-Paul Sartre, Henry Miller, William S. Burroughs, Kurt Vonnegut, Billy Childish, Irvine Welsh y el contemporáneo Alessandro Baricco lo reconocen como una profunda influencia en sus obra.
En 2013 un grupo de escritores españoles, coordinados por Vicente Muñoz Álvarez y Julio César Álvarez, publicaron un libro en homenaje a Céline titulado El descrédito, viajes narrativos en torno a Louis-Ferdinand Céline, con textos en los que se recreaba su obra y su personalidad desde un punto de vista narrativo.