A mediados del siglo XVIII, el interior del castillo está deteriorado (pisos, ventanas) y la familia vizcondal vivía en el château des Bâtiments, a pocos kilómetros de este.
Los revolucionarios solo lograron demoler la cima de las dos torres que enmarcan la fachada suroriental.
Desde 2015, las fachadas del castillo han sido objeto de una profunda restauración.
La municipalidad conserva un pequeño cañón, un vestigio de la artillería del castillo y que se utilizaba para disparar salvas en ocasiones especiales, y que le dio a Rochechouart el sobrenombre de «Cité du canon» ('Ciudad del Cañón').
El arma dataría del siglo XV y sería una de las cuatro piezas de artillería que se le proporcionó al castillo a principios del siglo XIX.
El último cañón estaba equipado con un moderno mirador en 1870, para celebrar las futuras victorias francesas.
Las cavidades y roquedos ubicados al pie del castillo han sido objeto de una clasificación como ZNIEFF (Zone naturelle d'intérêt écologique, faunistique et floristique) (que se extiende sobre más de siete hectáreas), por el abrigo que constituyen para algunas especies de murciélagos.
El intendente del castillo concibió una pasión violenta por la vizcondesa, que rechazó sus intenciones.
El vizconde hizo entonces encerrar al intendente, que fue devorado sin esperar por el león hambriento.
François escapó a la justicia pero su familia debió construir un monumento funerario para la víctima, en Panazol.