El tercer precandidato en esta elección interna era Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien sucedería años después a Aylwin en la presidencia de Chile.
Ya ese día los aylwinistas dieron muestra de su fuerza entre los mandos medios del partido.
Intentó regresar a Chile, pero le fue imposible, condenando en ese entonces el golpe de Estado.
[2] En abril de 1975, junto a otros altos dirigentes DC reunidos en Nueva York (Bernardo Leighton, Renán Fuentealba, Claudio Huepe, Ricardo Hormazábal y Radomiro Tomic) abogó por una conciliación con la izquierda y criticó la línea política del "camino propio", seguida en Chile por el entonces presidente del partido, Patricio Aylwin.
[7][8][9] En enero de 1982 ocurre la muerte del expresidente chileno Eduardo Frei Montalva, que recientemente la justicia chilena consideró como un envenenamiento hospitalario intencional,[10] y que habría sido digitado por órganos de la inteligencia chilena, habiendo declarado, en primera instancia, el juez instructor "legalmente comprobada la existencia del delito de homicidio" en el caso, y posteriormente revocado el fallo en la Corte de Apelaciones al no haberse comprobado fehacientemente infracciones dolosas ni culposas a la lex artis médica.
[19] Por otro lado, Aylwin había aprobado en su momento el golpe militar de 1973, que inauguró la dictadura de Pinochet, avalando ante la prensa internacional la veracidad del Plan Z;[20] una pretendida operación -ampliamente difundida por los militares- por la cual el gobierno de la Unidad Popular supuestamente se habría aprestado a realizar un autogolpe para instaurar una "tiranía comunista".
[22] Tras el golpe, y en medio del "receso político" impuesto por los militares, Aylwin permaneció en Chile, conservando el cargo de presidente del partido, mientras este disminuía su actividad a la mínima expresión.
En 1975 su política del "camino propio", contraria a cualquier avenimiento con la izquierda, le valió la crítica de varios líderes históricos de la DC reunidos en Nueva York, entre los que se encontraba Gabriel Valdés.
Tras este traspiés, en octubre de 1976 Aylwin renunció, pero dejó designada una mesa directiva (Andrés Zaldívar, presidente; Tomás Reyes, primer vicepresidente; Rafael Moreno Rojas, segundo vicepresidente; Máximo Pacheco Gómez, tercer vicepresidente, y José De Gregorio, secretario general), adicionando dos cargos nuevos: Gutenberg Martínez, presidente de la JDC y José Monares, encargado sindical.
[27] Según versiones de prensa, quien sorprendió a los militantes fue el futuro diputado Jorge Burgos.
[29] Unos días después, el precandidato presidencial DC Eduardo Frei Ruiz-Tagle solicitó mediante una carta a Patricio Aylwin la suspensión de las elecciones y una auditoría administrativa interna.
Aylwin respondió ofreciendo la bajada de su precandidatura, siempre que Frei y Zaldívar hicieran lo mismo.
[23] En medio de este escenario, finalmente Valdés terminó por proclamar a Aylwin como candidato del partido.
O -en ocasiones- ha negado que las irregularidades hayan sido gravitantes en el resultado de la primaria DC de 1988: El periodista Juan Pablo Cárdenas ha testimoniado que Belisario Velasco se jactó en su presencia de haber sido llamado por Aylwin a la subsecretaría del Interior en 1990, debido a que contaba con pruebas "contundentes" del "Carmengate" en una caja fuerte: - Y cómo puede explicarse tu designación, Belisario.
El diputado Gabriel Ascencio acusó públicamente la existencia de un "Carmengate II", debido a numerosas irregularidades en esa inscripción.
[40] En 1993, por segunda oportunidad, Gabriel Valdés hizo una tentativa por ser convertido en precandidato presidencial del PDC.