A pesar de tener una cultura menos desarrollada que los pueblos ubicados más al sur, como los tahues y los totorames, ha quedado mayor información sobre ellos, debido a la labor evangelizadora llevada a cabo por los misioneros jesuitas, que redactaron numerosas relaciones que al día de hoy se conservan.
Eran grupos seminómadas, sin un asentamiento fijo, pero se desplazaban por un territorio que defendían como propio.
Los jesuitas señalaron cinco naciones principales entre los cahítas, consideradas más importantes por el crecido número de familias que las formaban: sinaloa, ocoroni, zuaque, mayo y yaqui.
[1] Algunos de los pueblos cahítas que existieron en el estado de Sinaloa fueron los sinaloas, ahomes, ocoronis, bacoregüis, comoporis, basopas, níos, comanitos, bacubiritos, terabuitos, batacaris (o batucaris), tehuecos, zuaques, zoes (o tzoes), huites, yecoratos y oguiras.
Aprovechaban hasta dos cosechas al año, que correspondían a las dos crecidas anuales de los ríos.
Después del triunfo en la batalla, celebraban la victoria comiéndose el cuerpo de algún enemigo de manera ritual; así pues, se elegía a quien se hubiera distinguido en la batalla por su coraje.
El pueblo cahíta adoraba fuerzas naturales como el viento, el agua, la tierra, el rayo y el mar, a las cuales ofrendaba para pedirles buenas cosechas, una pesca abundante o una fructífera recolección.
El carácter práctico de su vivienda les permitía mudarse fácilmente cuando las circunstancias lo requerían, pues eran escasos los objetos que tenían que transportar, y las chozas se construían de nuevo en el lugar escogido.
Practicaban el hilado y tejido de algodón, por ser una planta silvestre en la región.
Practicaban el juego de la pelota, muy difundido entre los pueblos mesoamericanos, que exigía fortaleza y habilidad.
Los misioneros jesuitas modificaron el patrón de los asentamientos indígenas, que antes consistía en comunidades dispersas, por un modelo centralizador.
Conforme iniciaba el siglo XVIII, los cuestionamientos al sistema misional jesuítico aumentaron.