La República Argentina posee en la Antártida —dentro del territorio que reclama como propio, denominado Antártida Argentina— una serie de instalaciones orientadas a la actividad científica, técnica y al mantenimiento de la presencia argentina en el continente antártico, de cuya programación, planeamiento, coordinación, dirección, control y difusión de la actividad antártica argentina se encarga la Dirección Nacional del Antártico (DNA) del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
La actividad científica es llevada adelante por el Instituto Antártico Argentino (IAA), dependiente de la DNA.
A 2024 existen 7 bases científicas que permanecen ocupadas durante todo el año, mientras que otras 6 se abren solamente durante el verano austral.
Otras instalaciones son campamentos y refugios usados intermitentemente.
[4] Hasta tanto se implemente el carácter conjunto, la DNA administra las bases Carlini y Brown, mientras que el Ministerio de Defensa administra las otras 11.