En su costa sur se halla la bahía Fósiles, al sudoeste, y el área denominada Filo Negro, la punta Pingüino, y la bahía o fondeadero homónimo, al sudeste.
La base está plenamente equipada y opera durante todo el año estableciendo una población permanente que, durante el invierno antártico es de un promedio de 55 personas, que se incrementan a 150 en el verano.
[5] Las rocas que componen la isla datan principalmente del Cretácico Superior al Eoceno.
La isla Seymour ha sido referida como la Piedra de Rosetta de la paleontología antártica, debido a la incomparable visión que proporciona a la historia geológica y paleontológica del continente.
Entre las especies extintas estudiadas en la isla, se hallan pingüinos tales como Palaeeudyptes klekowskii y Archaeospheniscus wimani).
En estratos del Eoceno Medio, astrapoterios, Astrapotheriidae, junto con algunas especies de litopternos y marsupiales didélfidos.
[14] Esta fue la primera evidencia de que los mamíferos terrestres habían vivido en la Antártida.
Las tres reclamaciones están sujetas a las disposiciones del Tratado Antártico.