[4][5] Dos años más tarde, James Weddell cartografía la isla por segunda vez, aunque sus gráficos resultaron ser mucho menos precisos que las tablas de Powell.La expedición careció del mandato necesario para reclamar la isla para Inglaterra o Escocia.[8] Bruce luego partió hacia Buenos Aires para realizar reparaciones a su barco y reaprovisionamiento.A Hugo Alberto Acuña le correspondió ese día izar por primera vez su pabellón nacional en el continente antártico.La isla resultó políticamente valiosa para Argentina, para justificar su reclamo de un sector en la Antártida.[15][16][17] En 1908, el Reino Unido había llegado a lamentar su evaluación anterior sobre la isla Laurie.La posición británica también dice que Bruce le había otorgado a Argentina solamente la estación meteorológica, pero no la soberanía de la isla Laurie.Como Argentina considera a la isla Laurie como propia, el gobierno argentino no solicitó permiso del gobierno británico para operar la estación, y por primera vez, hizo una declaración rotunda declarando su soberanía sobre la isla.[24][25] John H. Harvey Pirie, un geólogo a bordo del Scotia describió a la roca como "una grauvaca de grano fino de color gris verdoso o gris azulado".La grauvaca contiene granos de muchos minerales diferentes, siendo el cuarzo la más numerosa.Pirie también encontró formaciones de esquisto distribuidos por toda la isla, generalmente fracturados y retorcidos.Gertrude Elles cree que el Pleurograptus fue la especie específica a la cual pertenecían los graptolites.Un análisis posterior demostró que los fósiles hallados eran simplemente los restos de plantas antiguas.