Refugio naval Teniente Ballvé

Algunos ejemplares fueron utilizados para estudios, otros para exposición e incluso se decidió llevar aves vivas desde el refugio Ballvé a Buenos Aires.

El pingüino fue trasladado nuevamente al territorio antártico para estudios fisiológicos, pero falleció el 1 de abril.

[11]​ En esos años el refugio era una cabaña de madera con baño y cocina, con capacidad para 4 a 6 personas.

[13]​ Durante su uso como base existió una oficina postal que utilizó un matasellos propio en los años 1995, 1996 y 1997.

Ambos edificios están en buen estado de conservación, aunque no han sido utilizados durante muchos años.

[11]​ En ocasiones sirvió como refugio durante el mal clima para científicos en las campañas antárticas de 2008/2009, 2009/2010 y 2010/2011.