Argumento ad antiquitatem
[1] Tanto este argumento como su opuesto, el argumento ad novitatem (también llamada apelación a la novedad), son falaces porque la veracidad de un argumento no depende de si este es nuevo o antiguo, sino de los hechos y evidencias que lo apoyan.Además, este tipo de argumento (cuya frase significativa se encarna en «todo pasado fue mejor»)[2] hace dos suposiciones:[3] Hay una famosa historia que ejemplifica el absurdo implícito de la apelación a la tradición.En la misma, se halla una mujer que, cada vez que cocina jamón, empieza cortando un extremo de este y tirándolo.A la última le entra curiosidad y le pregunta a su progenitora sobre por qué cortaba el jamón de esa manera; pero ella de nuevo le dice que lo hace porque así es como su madre lo hacía.Cuando van las dos a preguntar a la abuela, ella dice que cortaba el extremo del jamón únicamente porque, de otra forma, no cabía en su cacerola, hoy obsoleta.