Archivo General de Indias

[1]​ Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, junto a la Catedral y el Real Alcázar.[5]​ El lugar utilizado por los comerciantes para llevar a cabo sus tratos eran las gradas de la catedral.[11]​ Tras un parón, las obras se reemprendieron en 1609, pero Vandelvira había adquirido otros compromisos.[13]​ Este realizó modificaciones en el diseño, cambiando las techumbres de madera por bóvedas vaídas.Los siguientes maestros mayores fueron, sucesivamente, Marcos Soto, Juan Bernal de Velasco y, desde 1638, Pedro Sánchez Falconete.En este espacio se encontraba la pila o fuente de Hierro.Demolió casas adosadas a la lonja y situó la Cruz del Juramento en su emplazamiento actual.[20]​ En 1784 Juan y Manuel Núñez, padre e hijo, estaban realizando una reparación general del edificio.[21]​ El edificio fue elegido como sede del Archivo General de Indias.[22]​ Juan Bautista Muñoz y Lucas Cintora habían visitado el edificio y establecido las obras que iban a realizarse en él para su uso como archivo.Se suprimieron las divisiones entre salas para conseguir un único espacio en forma de U.[22]​ El nuevo consulado tuvo su sede en la planta baja del edificio, donde había estado la diputación.[26]​ En 1816 todavía faltaba por cambiar la ya deteriorada solería original de la planta baja.En 1823 faltaban por solar el patio y algunas dependencias, lo que se concluyó en 1833 con Melchor Cano.En 1913 la Junta de Obras del Puerto se marchó[29]​ y el arquitecto Aníbal González actuó en la zona que dejaron libre.[30]​ Antonio Delgado Roig y Alberto Balbontín de Orta realizaron la instalación eléctrica del interior y Cipriano Gómez Pérez llevó a cabo la iluminación de la fachada.[30]​ Fernando Villanueva Sandino y Carlos Humanes consiguieron, en 1983, que el edificio fuese declarado bien de interés cultural.Con la intención de salvaguardar el edificio sin ninguna alteración espacial y aprovechando la existencia de un pequeño sótano, se propone su ampliación mediante una galería perimetral.Originalmente tenía dos plantas con bóvedas vaídas sobre pilares rectangulares y columnas de mármol.Sin embargo, en reformas posteriores se le añadieron dos plantas más.En 1974 fue reformado por el arquitecto Rafael Manzano Martos para acoger un museo de arte contemporáneo.Por último, se quería disponer del material para escribir una historia bien documentada del papel de España en el Nuevo Mundo que contrarrestase obras como Histoire des deux Indes (Guillaume-Thomas Raynal, 1770) o The History of America (William Robertson, 1777).Se propuso también ubicar el archivo en Cádiz o en Madrid, pero un informe de Juan Bautista Muñoz de 1784, que se había desplazado a Sevilla con los arquitectos Lucas Cintora y Félix Carazas, hizo que se escogiese definitivamente la lonja de esta ciudad.En el momento de constituir el archivo, se tomó el año 1760 como fecha divisoria entre lo administrativo y lo histórico, de forma que los documentos anteriores a esa fecha habían de ser remitidos al AGI, quedando la documentación posterior a dicha fecha al servicio de los organismos que habían producido los documentos.[40]​ A finales de siglo, sin embargo, el Gobierno decretó que los papeles más recientes del Consejo de Indias y del Ministerio de Ultramar no se enviasen al AGI sino al Archivo Histórico Nacional, que había sido fundado en Madrid en 1866.Sus documentos son analizados y consultados por los investigadores que pasan cada año por el archivo.
Patio interior
Detalle del techo
Escalera principal
Fuente
Pasillo del archivo con estanterías para documentos
Cilla del Cabildo