[1] Los conventos construidos en la denominada frontera chichimeca, fueron fundaciones monásticas virreinales enclavadas en los territorios donde imperaban pueblos nómadas, exhiben peculiaridades arquitectónicas que los diferencian de construcciones religiosas del mismo tipo.[2] Chichicaxtla fue abandonada y reocupada varias veces debido a los ataques de los chichimecas.[4] En 1553, Chichicaxtla continuaba como pueblo sujeto al vecino Tenango, situación que comenzó desde por lo menos 1547.A este último se le reconocieron como vicarías fijas subordinadas: Zoquizoquipan, Tlacolula, Iztacoyotla, Chichicaxtla, Bonanza, Chapulhuacán y Xilitla.[6] El atrio se encuentra limitado por una derruida barda sustituida a tramos por piedra suelta.[6] Otra capilla continua el espacio en sentido perpendicular a la primera, igualmente cubierta con bóveda de cañón, con un sencillo altar compuesto de cuatro columnas jónicas sosteniendo un entablamento con frontón semicircular, todo en madera.[6] Se ilumina mediante dos ventanas que dan al patio del claustro.[6] El minúsculo patio del claustro está limitado por dos de sus lados por las capillas anteriormente mencionadas.[6] La puerta de entrada y una ventana superior que ilumina al coro.