Se llama empedrado al pavimento hecho de piedras.
Así Isidoro de Sevilla escribe: primúm autem Poeni dicuntur lapidibus stravisse.
[3] En el Imperio Romano seguiría con la tradición, aunque hasta donde tenemos constancia prefirieron el enlosamiento con grandes piedras.
Córdoba fue la primera población moderna que tuvo empedradas las calles.
El Proyecto de Ley Orgánica de Sanidad pública española de 1821 disponía que en todos los pueblos donde hubiese proporción se empedrasen sus calles y plazas, y que en las poblaciones donde no hubiese proporción o fondos para ello, se solasen con cascajo o escombros.