Anselmo de Canterbury

Con todo, se puede asegurar que la primera infancia de Anselmo transcurriría en completa normalidad.

Los monarcas británicos Guillermo el Rojo y Enrique I no harán fácil esta tarea que se había impuesto a sí mismo; pero gracias a esta oposición, se reconoce otra faceta en los escritos de Anselmo.

Su formación agustiniana, común en el Medioevo, le acercará a su intuición filosófica más característica: la búsqueda del entendimiento racional de aquello que, por la fe, ha sido revelado.

Anselmo encuentra este método epistemológico del fides quaerens intellectum obligado por las circunstancias.

Lanfranco, por ejemplo, considerará este método algo peligroso a la ortodoxia católica.

Puede pensarse, con toda propiedad, que el unicornio, un arco iris, una maceta de oro no existen porque es una invención mental humana y no son aquellos de los que nada más grande se puede pensar.

Esas ideas mencionadas se pueden transformar puesto que su existencia yace en nuestra mente.

Se puede llegar a él, sí, pero de una forma indirecta, la vía-negativa por ejemplo.

Una definición, por lo tanto, es la expresión de lo que es un objeto sin quitarle ni sumarle.

Eso es verdad; uno podría negar el concepto de Dios, pero no su ente.

La justicia divina exige la restitución del pecado, pero los seres humanos son incapaces de proporcionarlo.

La enormidad del delito llevó a Anselmo que la expiación por la humanidad solo podía hacerse a través de la figura de Jesús, como un ser sin pecado, tanto divino como humano.

[2]​ Esta interpretación es notable por permitir que la justicia y la misericordia divinas sean compatibles.

[3]​ Cur Deus Homo es a menudo considerado el mayor trabajo de Anselmo.

Dicho problema llevaría a discusiones, no siempre pacíficas entre los teólogos y filósofos de aquella época.

Este realismo exagerado es fruto del tiempo y de la formación recibida en sus estudios.

Recuérdese que la filosofía imperante en esa época es agustiniana, la cual, como se sabe, hunde sus raíces en el platonismo y neoplatonismo.

En otras palabras, todo cuanto existe, surge como una participación de la bondad.

Ya no es una meditación en solitario, como en el Monologio,sino la elevación del alma al Dios en que se cree.

Aunado a lo anterior se distinguen en el propio lenguaje, una acepción material y otra formal.

Estos términos medievales estarían expresando la actual distinción entre lenguaje y metalenguaje.

Conexo a este tema realiza un estudio sobre el símbolo en una obra de la cual solo se conserva una recopilación hecha por sus discípulos, por lo que no es claro distinguir entre lo verdaderamente dicho por Anselmo y aquello que se debe a las reflexiones de ellos.

Además de estas obras se conservan 19 oraciones, 3 meditaciones y 472 cartas personales.

Anselmo fue arrastrado fuera de su cama para convertirse en arzobispo. James William Edmund Doyle (1864).
Sello de Anselmo de Canterbury
Grabado de finales del siglo XVI de San Anselmo de Canterbury.
Vidriera de Anselmo en la Catedral de Canterbury
Vidrieras de la vida de San Anselmo en la Catedral de Quimper .