Esta medida, aunque ya se había utilizado con anterioridad, se convirtió en el estándar de Irlanda a partir de 1846, cuando se puso en práctica el Acta de armonización de anchos en el Reino Unido, que supuso la paulatina desaparición del gran ancho del Great Western Railway en Gran Bretaña en favor del ancho estándar.
Paradójicamente, en Irlanda se adoptó un ancho distinto, seguramente teniendo en cuenta la condición insular del sistema ferroviario irlandés.
Los anchos del tranvía de Pensilvania (5 pies 2,5 plg (1588 mm) y 5 pies 2,25 plg (1581 mm)) son similares al calibre irlandés, pero incompatibles.
También hay vías parecidas de 5 pies 2 plg (1575 mm).
En la práctica, Irlanda no tiene líneas muy cargadas o con fuertes rampas que requieran locomotoras especialmente potentes.