Las olorosas flores tienen un pedicelo muy corto y presencia de numerosas brácteas rojizas o negruzcas.
Es una drupa, con exocarpio afieltrado y mesocarpio coriáceo, de color verde, que se abre en la madurez por una sutura lateral, dejando al descubierto el endocarpio, leñoso y con la superficie perforada por pequeños agujeros.
La mayoría de los almendros se cultivan en secano, sobre suelos sueltos con textura medio disgregada[3] y arenosa.
Se suele reproducir por semilla o injerto, su época de trasplante es el otoño y tiene alta dificultad.
[8][9] Existen además trabajos disponibles que valoran la aparición de nuevos portainjertos y variedades.
Por ello, ya no se hace necesaria la presencia de dos variedades distintas en las explotaciones.
España, como país productor, también es un gran consumidor de almendra, ya sea como aperitivo, como ingrediente o en la tradicional industria del turrón, mazapán y pastelería.
[14][15] El almendro se cultiva en España desde hace más de 2000 años, probablemente introducido por los fenicios[16] y posteriormente propagado por los romanos, ya que ambos lo hicieron motivo de comercio, como se ha comprobado por los restos hallados en naves hundidas.
Actualmente, en España hay más de cien variedades, pero son cinco los tipos comerciales definidos y seleccionados entre las variedades de mayor calidad, que son Marcona, Largueta, Planeta, Comunas o Valencias y Mallorca.