Recibió su formación universitaria en México, licenciándose primero en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y luego doctorándose en Ciencias Económicas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
[11] Inició su vida política afiliándose al Partido Socialista Democrático (PSD), más adelante en 1989 se incorporó al partido Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG), del cual llegó a ser secretario general y electo diputado en 1994.
En el año 1995 se retira del partido Democracia Cristiana Guatemalteca y un tiempo después se integra al partido de derecha Frente Republicano Guatemalteco fundado por el general retirado Efraín Ríos Montt, partido originalmente pensado para apoyar las aspiraciones presidenciales de Ríos Montt.
En 1999 Alfonso Portillo vuelve a postularse, esta vez obteniendo una amplia victoria, sobre el candidato del oficialismo Óscar Berger, tomando posesión en enero de 2000.
Propuso además a los otros partidos políticos, principalmente al opositor partido de izquierda, Alianza Nueva Nación (ANN), a un pacto de gobernabilidad en el que él pudiera cumplir con su plan ejecutivo.
Asimismo, su discurso tuvo muchos elementos de lucha de clases ya que partía de una posición que favorecía a los pobres, los excluidos, los desposeídos, a la vez que se planteaba un claro enfrentamiento contra los empresarios, contra los monopolios en el país, contra todos los privilegios que tiene ese sector económico; esto lo acercó a la izquierda, a las demandas y necesidades de los sectores populares, predominantes en las áreas rurales del país.
Cuando Portillo ganó la presidencia, Alvarado MacDonald le dio en préstamo una amplia casa en una zona lujosa de la capital guatemalteca.
[20] Aparentemente, el encargado de manejar la red era César Augusto Medina Farfán, amigo del presidente.
En el caso del presidente Portillo, se intentó abrir, al menos, dos cuentas, pero posiblemente no se concretó debido a que el banco le pidió una copia de su pasaporte y una declaración jurada del «verdadero dueño» de la cuenta.
[20] La investigación realizada se encontró con estas dificultades: Con la ayuda del Gobierno de Japón, se entregó fertilizante a pequeños agricultores, pero desgraciadamente, con ese proyecto surgió un foco de corrupción que buscaba beneficiar a altos funcionarios del Gobierno.
Además, los indígenas tuvieron poco acceso a la tierra y escasos recursos para sus programas.
Los manifestantes fueron hostiles con los periodistas y exigieron la inscripción de la candidatura presidencial del general Ríos Montt; treinta y seis horas después abandonaron la ciudad sin que interviniera la policía para frenar los disturbios.
[cita requerida] A las ocho horas de iniciados los disturbios, el presidente Portillo en comunicado nacional aseguró que bajo su Gobierno ninguna protesta había sido reprimida, fuese de campesinos, sindicalistas, maestros o partidos, pero ofreció sacar al ejército para controlar disturbios.
Como los soldados en las calles fueron pocos y operaron solo en zonas periféricas, el presidente fue acusado de violar la ley.
[2] Al final, los disturbios fueron controlados tres horas después del segundo día de los acontecimientos.
[2] Muchos sectores de la sociedad criticaron a la policía por no reprimir la manifestación, no obstante que el desafío del FRG al orden público no cobró víctimas directas,[2] ya que el único fallecimiento reportado fue el del reportero de Noti-7 y Radio Sonora Héctor Ramírez, quien falleció de un ataque al corazón mientras cubría los hechos.
Tras ser indagado, se le dejó en prisión, con una fianza de ciento veintemil dólares; Alvarado MacDonald ingresó a la prisión donde ya estaban varios exfuncionarios del Gobierno, entre ellos, Eduardo Weymann, Byron Barrientos y Carlos Wohllers.
Portillo logró obtener libertad condicional, pero intentó huir a Belice y fue capturado en Izabal en enero de 2010.
Portillo hizo saber que estaba consternado y dolido por la muerte de su exesposa.
En mayo de 2015 se hizo público que Portillo participaría como candidato a diputado por el listado nacional del partido TODOS, el cual postuló como presidenciable a Lizardo Sosa.
Sin embargo, el TSE le denegó la inscripción en primera instancia argumentando el artículo 113 de la Constitución Política de la República que indica que «los guatemaltecos tienen derecho a optar a empleos o cargos públicos y para su otorgamiento no se atenderá más que a razones fundadas en méritos de capacidad, idoneidad y honradez».
El Registro de Ciudadanos del TSE también negó la inscripción otras quince personas interesadas en ser candidatos a diputados.