El Turnhouse Aerodrome era la base aérea británica más septentrional durante la Primera Guerra Mundial.
Esta pequeña base se abrió en 1915, y se utilizó para albergar al Escuadrón 603 de la Fuerza Aérea Británica, compuesta por bombarderos ligeros DH 9A, Westland Wapitis, Hawker Harts y Hawker Hind, los cuales aterrizaban sobre pistas de hierba.
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, el mando militar se hizo con el control del aeropuerto y ordenó construir una pista de aterrizaje para ser utilizada por los Supermarine Spitfire.
Una vez terminada la guerra, el aeropuerto siguió siendo militar hasta que a finales de los años 40 se iniciaron los primeros servicios comerciales.
En 1971 la British Airports Authority (antecesora de la actual BAA Limited), que siguió expandiéndolo con vistas a su uso comercial.