Su lengua formó parte de la familia lingüística mataco-guaicurú, guardando una mayor cercanía con el idioma mocoví.
Eran expertos guerreros, que adoptaron rápidamente el caballo llevado por los conquistadores y resistieron la ocupación del Chaco durante siglos.
Inicialmente parecen haber habitado la zona del Chaco Boreal próxima a los ríos Paraguay y Pilcomayo, por lo que habrían sido en esas épocas confundidos con los payaguás.
En 1640 derrotaron a los mataraes y desde entonces dominaron sin grandes dificultades sobre otros indígenas chaqueños.
La reducción de San Jerónimo del Rey fue trasladada a la orilla opuesta en 1760 y al ser expulsados los jesuitas en 1768 contaba con 823 abipones reducidos.
Los sacerdotes Pedriel, Brigniel y Martín Dobrizhoffer fueron los pioneros en tratar de occidentalizar a este grupo, caracterizado por su resistencia al europeo.
Según Dobrizhoffer, los españoles diezmaron a los yaaucanigas en el siglo XVII y sus sobrevivientes se unieron con los abipones, olvidando su idioma con el paso del tiempo.
La reducción tuvo como primer corregidor al cacique Naré y en 1753 llegó a contar con 679 abipones.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1768, las reducciones abiponas se fueron despoblando hasta desaparecer la última, San Jerónimo del Rey, en 1818.