Fue fundado en 1750 y se encontraba a dos leguas del río Dulce y a diez del camino real, que quedaba más al oeste.
Tomó el nombre de los aborígenes abipones que habitaban la zona.
En 1767, durante la expulsión de los jesuitas, se estima que había 400 abipones reducidos.
[5] Años más tarde, en 1795, el pueblo se volvió un fortín defensivo contra los indígenas, sirviendo también de cárcel.
[2] En 1817 el general Belgrano designó como comandante del Fuerte de Abipones a Juan Felipe Ibarra, y desde este fuerte, en el año 1820, se dirigió hacia la ciudad de Santiago del Estero y desalojó a los tucumanos del mando de la provincia, declarando su autonomía.