Los mataraes o matarás fueron un pueblo aborigen que habitó las provincias argentinas del Chaco y de Santiago del Estero.
Se los consideraba como parte del pueblo tonocoté y ocupaban las costas del río Bermejo entre los meridianos 61° y 63° O.
En 1584, conquistadores españoles provenientes de la cercana población de Talavera de Esteco secuestraron a muchas familias y las trasladaron a orillas del río Salado, donde establecieron una encomienda, que se llamó cómicamente Matará (que, además de ser el nombre de la etnia, significa ‘asesinará’).
Entre 1592 y 1593 fueron visitados por los misioneros Francisco Solano (quien recorrió la provincia de Santiago del Estero en esos dos años) y Alonso Barzana (o Alonso Barcena).
Desde el siglo XVIII parte de estos mataraes convivieron con parcialidades vilelas y algunos autores consideran que las parcialidades vilelas de los atalaes y los malbalaes eran tribus mataraes.