Ángel Sánchez Rivero
[1] Vuelto a España, estudió el bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros y la licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Central madrileña, graduándose en la sección de Historia sin haber cumplido aún los veinte años.En 1908 ingresó por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.[2] En la capital vasca se relacionó con los círculos artísticos e intelectuales activos en la ciudad, asistiendo a la tertulia del café Lion d'Or, animada por Pedro Eguillor.[6] La influencia directa de Ortega le llevó a entusiasmarse por la filosofía kantiana.Pero se distanció del maestro en la dimensión de trascendencia que reclama su pensamiento, en un plano incluso religioso.Una crítica —y ahí radica su voz propia— hecha desde la conciencia desvalida del hombre contemporáneo, en tensión frente al "desencantamiento del mundo" planteado por Max Weber (autor que no debió escapar a sus lecturas) como signo inexorable de la racionalización e intelectualización que acompañó el proceso formativo de la modernidad».[18] Mención aparte merecen sus traducciones, pues su condición de políglota le permitió traducir, del alemán, a Paul Natorp (Pedagogía social) y a Kant (Lo bello y lo sublime); del francés, a Merimée (Doble error), Edmond About (El rey de las montañas) y al conde de Gobineau (El Renacimiento); y del griego, Anábasis.