[2] Otras estructuras que pueden resultar afectadas son las cuerdas tendinosas, endocardio mural, seno de Valsalva, tabique interventricular e implantes intracardíacos.
William Osler llevaría a cabo importantes descripciones y habría advertido al compositor Gustav Mahler del estado de su salud.
[3] En países desarrollados, la incidencia de la endocarditis varía entre 1,5 y 6,2 casos por 100 000 habitantes cada año.
La incidencia en el resto del mundo parece ser muy similar a la de los países desarrollados y suele ser 2 o 3 veces más frecuente en hombres que en mujeres, estadísticas que no han variado en los últimos 50 años.
Anteriormente era más prevalente en adultos con valvulopatía reumática, sin embargo, ha disminuido debido a la terapia antimicrobiana.
En casi todos los casos de endocarditis infecciosa, los microorganismos necesitan un sitio de fijación, tal como una lesión en el endotelio, es decir, la membrana celular que recubre a los vasos sanguíneos, o un trombo no infectado u otras lesiones cardíacas como el prolapso e insuficiencia mitral, una estenosis aórtica (de origen "degenerativo" es decir, asociada al envejecimiento, cada vez más frecuente en países desarrollados) y la cardiopatía reumática frecuente en países en vías de desarrollo.
Una vez adheridas las bacterias, se forma una densa red de plaquetas, fibrina y microorganismos.
Estas estructuras pueden embolizar y causar infartos en sitios distantes del corazón.
La jeringa endovenosa puede introducir bacterias en la piel al torrente sanguíneo, las cuales ganan acceso a la válvula tricúspide.
En las endocarditis, los síntomas pueden generarse de un modo lento (subagudo) menos grave, dependiendo del microorganismo infectante, que puede prolongarse semanas o meses, o en cambio, de modo repentino (agudo), producido por microorganismos virulentos.
[7] A la exploración lo más característico y específico es la auscultación de un soplo cardiaco que el paciente no tenía previamente o el cambio en las características auscultatorias de un soplo cardíaco previo.
El examen oftalmológico puede mostrar hemorragias retinales caracterizadas por un área central clara (llamada manchas de Roth) y petequias (pequeños puntos de hemorragia) que se pueden detectar en la conjuntiva.
El diagnóstico diferencial debe hacerse con el síndrome antifosfolípidos, neoplasmas cardíacos (mixoma auricular, fibroelastoma endomiocárdico), trombos intracardiacos, enfermedad de Lyme, y el lupus eritematoso sistémico.
[2] La evidencia actual (2020) no apoya ni rechaza ningún esquema de antibiótico en particular.
[13] La inflamación de las válvulas cardíacas por causas no infecciosas son poco frecuentes.
Estas vegetaciones son estériles, miden entre 1-5 mm y pueden ser únicas o, con menos frecuencia, múltiples.