Los techos rígidos normalmente ofrecen una mejor impermeabilidad, insonorización y durabilidad que las capotas construidas a base de tela.Sin embargo, también existen algunos tipos de techos rígidos que no son fijos y pueden retirarse, ya sea desmontándolos y separándolos del vehículo, o abatiéndolos en el maletero del coche.[1] La solución más habitual es que la capota rígida retráctil (ya sea articulada o no) quede guardada en el maletero mediante un sistema de bisagras generalmente accionado por medio de un mecanismo electrohidráulico.[5] En 1915-1918, se produjeron los primeros automóviles con techo rígido sin pilares intermedios, que luego se llamaron "automóviles convertibles" (o "sedanes de turismo" o "Springfields").[7] A finales de los años 1910, Cadillac ofreció un sedán con pilares "B" extraíbles.Sin embargo, en la década de 1930 comenzaron a aparecer ingeniosos sistemas articulados que permitían alojar el techo rígido del coche en su propio maletero.Esta solución llevó al diseño de cupés y sedanes sin pilares intermedios (pillarless hardtop), automóviles que se asemejan a un descapotable por no contar con pilares «B», o laterales centrales, por lo que el techo descansa en el marco del parabrisas y en parte de la carrocería trasera.