Durante esos años encabezó un régimen calificado como «sistema autocrático conservador»[1] con algunos «elementos esenciales del fascismo».
En 1908 recibió el mando del navío Taurus, destinado en Constantinopla para proteger al personal de la embajada.
[4] El año siguiente fue ascendido a capitán de corbeta y se le nombró edecán del emperador Francisco José, con el que mantuvo buenas relaciones y siguió sirviendo en ese puesto hasta 1914.
[6][7][8] Tras aplastar varios motines como el de Cattaro en febrero,[8] en el otoño de 1918, ante la disgregación del imperio, entregó la flota austrohúngara a las autoridades del nuevo Estado yugoslavo,[9] por orden imperial.
[8] En el movimiento reaccionario se unieron las fuerzas conservadoras tradicionalistas centradas en la aristocracia húngara que había dirigido hasta entonces el país, con un nuevo agrupamiento de clases medias bajas formado principalmente por funcionarios desposeídos por el surgimiento de los nuevos Estados, mandos militares desplazados o desmovilizados y refugiados, y caracterizado por su anticomunismo, nacionalismo, antisemitismo, militarismo y propensión al terror como instrumentos políticos, lo que lo acercaba al fascismo.
[12] Horthy, a pesar de su pasado conservador más cercano a los aristócratas, desarrolló durante 1919 y 1920 una gran inclinación por el movimiento popular de derecha, la cual se manifestó claramente en el «Ejército Nacional» que dirigía.
[13] Durante esta época, Horthy desarrolló un intenso antisemitismo, identificando a los judíos con el movimiento comunista, una interpretación fomentada por el secretario de Estado para asuntos militares y futuro primer ministro, Gyula Gömbös.
Al mismo tiempo el Ejército Nacional, que había crecido notablemente, evitando a los rumanos, desarrolló una campaña de terror en el oeste del país, que no había sido ocupado por aquellos.
[26] Finalmente, logró que el primer ministro Friedrich fuese sustituido por Károly Huszár, de escasa talla política y pocos seguidores.
El propio primer ministro declaró:[27] Tras ser elegido regente, Horthy se fue distanciando paulatinamente de sus antiguos compañeros radicales,[30] apoyándose cada vez más en el ala conservadora tradicionalista del movimiento contrarrevolucionario[30] y tornándose paulatinamente más contrario a los crímenes y violencia de aquellos.
[33] Carlos IV intentó en dos ocasiones en 1921 recuperar el trono (marzo y octubre), sin conseguirlo.
[36] Su tratamiento oficial era "Su Alteza Serenísima el Regente del Reino de Hungría" (húngaro: Ő Főméltósága a Magyar Királyság Kormányzója).
Durante esta época Hungría se convirtió en el primer país europeo en promulgar leyes que discriminaban a su población judía.
En 1939 Hungría se mantuvo neutral ante la invasión alemana de Polonia, que Horthy desaprobaba,[42] rechazando la petición alemana para que sus tropas pudieran atravesar territorio húngaro[42] y acogiendo a gran cantidad de refugiados polacos, lo que le costó un embargo militar alemán, con gran disgusto de los extremistas del ejército.
[43] Horthy y su primer ministro en ese momento, Pál Teleki, pensaban que en una guerra larga Alemania saldría derrotada por las democracias occidentales, pero temían el posible avance soviético en Europa central debido al enfrentamiento.
[45] Al empezar el ataque alemán a Yugoslavia, Teleki se suicidó tras haber asegurado a británicos y yugoslavos la neutralidad húngara, si bien la participación militar de Hungría fue muy limitada: las tropas húngaras entraron en Yugoslavia solo tras la declaración de independencia croata.
[47] Pocos meses después su entusiasmo por la «cruzada contra el bolchevismo» había mermado y sustituyó al jefe del Estado Mayor, Werth, partidario decidido de los alemanes, por otro militar menos favorable a estos.
[50] En marzo de 1942, ya había destituido al primer ministro Bárdossy, demasiado favorable a los alemanes, por el inexperto Miklós Kállay, tan antirruso como antialemán.
[51] Horthy no sopesó la posibilidad de una rendición ante la Unión Soviética hasta bien entrado 1944, prefiriendo en todo momento a los aliados occidentales.
[54] Comenzó entonces la represión masiva contra los judíos, que fueron deportados a los campos de concentración.
Según Bryan Cartledge es difícil ver cómo habría podido tener éxito en estas circunstancias.
[64] Horthy abdicó y fue enviado bajo arresto a Baviera, donde permaneció hasta su detención por los Aliados al final de la guerra.