Rolls-Royce Phantom IV

El diseño y fabricación del primer chasis no fue en la fábrica que Rolls-Royce tenía en la localidad de Crewe, sino en Clan Foundry (Fundición Clan),[2]​[3]​ Belper, unas instalaciones utilizadas por la empresa desde finales de 1939 hasta 1950 y que había sido la sede de su división automovilística durante la Segunda Guerra Mundial.[2]​ [4]​[5]​ Una vez acabado el conflicto armado, el departamento experimental continuaría allí hasta el cierre de esta factoría en 1950,[2]​ cuando este fue trasladado a Crewe.[5]​ El chasis se diferenciaba del de los dos primeros modelos de posguerra, el Rolls-Royce Silver Wraith y el Bentley Mark VI, por tener un bastidor de mayores dimensiones, motor con mayor cilindrada y potencia, un travesaño adicional en la viga central del bastidor y diez espárragos por cada rueda.No obstante, el automóvil no fue pensado para una conducción deportiva, su elevado peso, aún mayor si el vehículo está blindado, se pone de manifiesto sobre todo en las curvas, pudiendo dar lugar a un sobreviraje a altas velocidades.[18]​ Para implementar este plan de racionalización, se fabricaron varios prototipos.[23]​ Esta unidad en concreto jugaría posteriormente un papel crucial en la decisión de crear el Phantom IV.[23]​ En efecto, en 1948 el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, oyó hablar del "Gato Escaldado" y preguntó si podía probarlo.[24]​ Con este vehículo de pruebas recorrió grandes distancias, quedando tan complacido que preguntó si sería posible que le fabicasen un chasis similar por encargo suyo y de la princesa Isabel.Sobre como comunicó (o si lo hizo) Rolls-Royce a estas personas que no suministraría el chasis del Phantom IV para la construcción de esas carrocerías y ofrecerles otro modelo, está abierto a conjeturas.[33]​ El Phantom IV dejó de fabricarse en 1956, en años anteriores y posteriores se encargarían varios Silver Wraith para uso oficial, un modelo más rentable para la compañía.[34]​[35]​ Si bien contribuyó a reforzar la imagen de prestigio que la firma inglesa buscaba.En el citado pedido no se especificó modelo alguno,[40]​ por esa fecha ni siquiera existía el Phantom IV.[3]​ El carrocero recomendado por Rolls-Royce para este encargo fue H. J. Mulliner, cuyo blindaje estándar resultó ser inadecuado al ser fácilmente atravesado por balas durante las pruebas llevadas a cabo en España por militares.Entonces English Steel Corporation (Corporación Inglesa del Acero) proveyó un blindaje alternativo, al cual Bill Allen, del departamento de diseño de Rolls, procedió a disparar con un rifle, pero el resultado tampoco fue satisfactorio al provocar varios agujeros.
Chasis del primer Phantom IV antes de la confección de la carrocería, 1949. Catálogo "T.S.D. Publication 244" (1950).
El automóvil fue repintado con los colores reales burdeos y negro en 1952. Royal Mews (caballerizas reales), Londres .
Las dos limusinas en los acuartelamientos de la Guardia Real en El Pardo . La 4AF14 a la izquierda y la 4AF16 a la derecha de la imagen.
El 4AF18, uno de los tres descapotables que se hicieron en total.
Cuando el rey Felipe VI y jefes de Estado extranjeros en visita oficial utilizan el Phantom IV, se sustituye la matrícula militar por una placa rojo carmesí con corona real, el color de las armas del actual monarca.