Al año siguiente de su regalo obtiene lo que ella llama "su primer logro, su primera fotografía".En 1868 expone en la Galería Alemana de Londres y Charles Darwin la contrata para que realice sus retratos.Al año siguiente empieza a escribir Annals of my glass house y realiza las fotografías para ilustrar las ediciones del poeta Tennyson del libro Idylls of the king and other poems con doce fotografías de Cameron.La literatura, el Renacimiento, la pintura pre-Rafaelista, con autores como Edward Burne-Jones o John Everett Millais) y la Biblia influenciaron su obra.En una carta dirigida a su amigo Sir John Herschel; Cameron le explicó su intención de alinear la fotografía con el arte, escribió: "mis aspiraciones son ennoblecer la fotografía y alzarla a la categoría de arte, combinando la realidad con la poesía y la belleza ideal".Por su posición social y económica, Cameron pudo mantenerse fiel a sus principios estéticos con más tenacidad que otros colegas.Cameron repetía las copias una y otra vez, hasta que se sentía satisfecha del resultado.En sus retratos consigue captar la fuerza expresiva de sus modelos, con tanta maestría como podría hacerlo un pintor.Es esta producción la que la lleva a ser integrada en la corriente de la fotografía academicista.Las fotografías estaban realizadas con un objetivo que no cubría el formato de las placas húmedas utilizadas por ella (20x25 y 30x40 cm) y estaban descuidadas, con las placas manchadas o arañadas; por ello los miembros de la London Photographic Society no la admitieron entre ellos.Según otros críticos el desenfoque sí es deliberado, pues es cómo consigue ese aspecto poético en sus retratos.Sus composiciones alegóricas con varios personajes, tienen un atractivo kitsch y revelan la influencia de su amigo el pintor victoriano George Frederick Watts.Cameron era una ávida creadora de álbumes fotográficos que luego regalaba a amigos y familiares.Nadie pudo detenerla, como ocurría siempre que su voluntad se ponía en marcha.En la estación repartió varias fotografías de Tennyson y Carlyle a los maleteros, como propina.En su autobiografía Annals of my glass house, publicada en 1874, Cameron nos relata su pasión por la fotografía: esta comienza con la cámara que le regaló su hija y así ella se determina a apresar la belleza con dicha cámara.Al principio nada sabe del manejo de esta, su primer retratado fue un granjero al que pagaba media corona por hora; después de muchas medias coronas gastadas en experimentar, obtuvo su primera fotografía "buena".En este libro también nos relata cómo fotografiaba a sus amigos, convirtiéndolos en personajes, como cuando fotografió a su amigo Sir Henry Taylor convirtiéndole en el fraile Lawrence, para la fotografía Friar Lawrence and Juliet, o en Próspero, el duque milanés de La Tempestad de Shakespeare en la fotografía Prospero and Miranda, como el rey Lear, etc. O cuando lo fotografiaba en un retrato imitando al profeta Jeremías del pintor Masaccio en su cuadro El tributo del césar, aquí se ve claro la influencia de la pintura pre-Rafaelista, la pintura religiosa italiana en Cameron, tanto que reproducía pinturas con personas reales, retratándolas en vez de pintándolas, pero guardando ese toque pictórico y poético.Nos habla de cuando fotografiaba a su querido amigo Sir Jonh Herschel, del cual realizó varios retratos.