El cuarto oscuro es una pequeña habitación o cubículo al cual se le han tapado todas las rendijas y entradas de luz del exterior para evitar que esta dañe las sustancias químicas, el papel y todo el material sensible a la luz que se usa para el revelado fotográfico.
El término cuarto oscuro fue utilizado por primera vez por Johannes Kepler en su tratado Ad Vitellionen Paralipomena (1604).
[1] En sus orígenes, el cuarto oscuro consistía en una simple habitación cerrada con un pequeña rendija en una de sus paredes por donde podía entrar la luz.
Con el paso del tiempo, el cuarto oscuro ha ido evolucionando y por ello pasó a convertirse en una pequeña caja mucho más manejable y en la cual se colocó una lente óptica delante del orificio para poder mejorar la calidad de la imagen obtenida.
Ya en este siglo, el cuarto oscuro se utilizaba como herramienta para amenizar fiestas de príncipes y cortesanos.
Este modelo consistía en colocar un espejo inclinado que reflejaba la imagen en un papel situado encima de un cristal en la parte superior del cuarto; la lente, en el otro extremo, se mueve para enfocar a distancias distintas.
Nicéphore Niepce fue el primero en captar una imagen fija en el año 1827, donde se mostraba el patio de su casa.
Esta pantalla blanca puede subir y bajar con el objetivo de enfocar a diferentes distancias.