Música de Cabo Verde

Solamente el batuque, y la tabanca, mantienen la estructura típica africana del call and response.

Los instrumentos melódicos no eran, en absoluto, usuales en las formas tradicionales de música caboverdiana, aunque hoy es relativamwente frecuente encontrar saxofones, clarinetes y trompetas.

Es el caso del funaná, donde el acordeón (llamado allí gaita) se usaba como elemento central.

También hay instrumentos claramente africanos, como el bombolom, la cimboa, el correpi, o el dondom, que han ido siendo sustituidos paulatinamente por la batería y, cada vez más profusamente, por el cajón, instrumento de origen afroamericano, que se desarrolló en Perú en el siglo XIX.

Tiene un mismo origen, y por tanto elementos comunes, con el batuque brasileño, aunque su desarrollo ha sido totalmente autónomo.

[7]​ Suele estar dividido en dos movimientos o partes: Modernamente, el batuque ha sido objeto de variaciones conceptuales por los compositores.

Entre los que lo ejecutan habitualmente, desde los años 1990, se encuentran compositores como Orlando Pantera, Tcheka o Vadú, que realizan trabajos de investigación y dan una forma nueva al género, y cuyas composiciones han sido grabadas por jóvenes figuras como Lura, Mayra Andrade, Nancy Vieira, etc.

[3]​ Como género musical, el funaná se caracteriza por un tempo variable, desde vivace hasta andante, y un compás binario.

El acompañamiento suele estar ejecutado con la mano izquierda del acordeón, aportando tanto la línea de bajo como los acordes.

La línea rítmica se ejecuta con el ferrinho, aunque cada vez es más usual sustituirlo por la batería.

Aquel se consideraba una música de clases sociales bajas,[11]​ hasta que, tras la independencia, se produjo su modernización, gracias principalmente al cantante y guitarrista Carlos Alberto Martins "Catchás", originario de Pedra Badejo,[12]​ quien aportó elementos del jazz e influyó decisivamente en todos los músicos del género, convirtiéndolo además en un estilo extendido a todas las restantes islas del archipiélago.

Sin embargo, la afirmación del musicólogo Alves dos Reis,[16]​ indicando que, durante el siglo XIX, la invasión de la música europea (polcas, mazurcas, galopes, contradanzas...) y otros géneros musicales en Cabo Verde, produjo un cambio en la morna, deja entender que, en esa época, la morna ya era una forma musical adulta y acabada.

[17]​ Además de Évora y B.leza, ha habido otros grandes intérpretes de morna y coladeira, de gran proyección: Paulino Vieira, Armando Tito, Leonel Almeida, Ildo Lobo, Tito Paris, José Neves "Zeca", Teófilo Chantre, Nancy Vieira, Bana, etc. Como género musical, la morna se caracteriza por tener un tempo lento, un compás binario (a veces cuaternario),[18]​ y, en su forma más tradicional, tener una estructura armónica basada en el ciclo de quintas,,[19]​ un recurso típico del jazz, en tanto que la estructura poética se organiza en estrofas que van alternándose con un estribillo.

Esta secuencia se encuentra en las formas más básicas y primarias de la morna.

Por cierto, con frecuencia se ha denominado a la morna como "blues caboverdiano" aunque, como puede verse, solo tiene una ligera relación musical con aquel.

La coladeira o koladera (en lenguaje criollo) es un estilo usualmente considerado como una ramificación de la morna, con influencias afro-brasileñas.

Como género musical, la coladeira se caracteriza por tener un tempo variable, desde allegro hasta andante; un compás binario,[24]​ y, tal como ocurre con la morna, una estructura armónica basada en el ciclo de quintas.

Tiene un origen eminentemente rural, pues fue en los pequeños núcleos donde se desarrolló de forma clandestina durante la dominación colonial.

Se caracteriza por su tempo allegro, su compás binario,[27]​ y ser cantado sin acompañamiento polifónico.

Estas últimas (generalmente tres, en registros grave, medio y agudo) ejecutan un ostinato rítmico-melódico que cubre una tesitura de una sexta.

Estos habrían aprovechado esa libertad temporal para realizar un teatro callejero donde ridicularizarían toda la estructura social entonces en vigor.

De origen británico y forma bailable muy parecida, es la contradanza, que se supone llevada a las islas en época tan temprana como el siglo XVI,[29]​ y que aún se ejecuta en Santo Antão.

Tiene sus raíces en la kompa haitiana y la palabra zouk se suele traducir como "fiesta" o "festival".

En Cabo Verde ha conseguido carta de naturaleza a través de su influencia en la coladeira, conformando un género mixto que ha recibido diversos nombres (kola-dance, cabo-swing, cabo-love, etc.), aunque se ha consolidado el más evidente, cola-zouk.

Entre los intérpretes más conocidos del género, están Beto Dias, Ricky Boy, Nataniel y Suzana Lubrano.

En São Vicente se celebra en verano el multitudinario "Festival de Bahía das Gatas", en la localidad costera del mismo nombre.

Las productoras locales son empresas de muy reducido tamaño, radicadas en Praia (donde hay estudios de grabación) o Mindelo, dedicadas básicamente a grabar artistas jóvenes locales, normalmente en colaboración con sellos discográficos europeos.

Sin embargo, la mayor parte de los artistas con proyección internacional han grabado con empresas europeas, y de forma significativa con el sello francés, radicado en París, Lusafrica, que se creó en 1988 para editar exclusivamente música caboverdiana y obtuvo su primer gran éxito en 1991, con Cesária Évora.

[31]​ En otras discográficas francesas y portuguesas se ha editado la obra de otros músicos del país, más o menos apegados a la tradición, como es el caso de Teófilo Chantre, Lutchinha, Jovino dos Santos, Jorge Sousa, José Neves "Zeca", Dulce Matías, René Cabral, Morgadinho, Titina, o el guitarrista de Guinea Bissau Manecas Costa.

Otros triunfadores en posteriores ediciones han sido el grupo Splash, con cinco premios en 2013,[33]​ o la cantante Neuza, ganadora de dos categorías en 2014.

Un grupo tradicional de música de Cabo Verde
Modelo rítmico del batuque, ± 112 bpm .
Batucadeiras en 1994
Baile del funaná en la Isla de Sal
Modelo rítmico del funaná, ± 150 bpm .
El cantante de funaná Bino Branco , del grupo Ferro Gaita, actuando junto al músico Vadú .
Modelo rítmico de la morna, ± 60 bpm .
Cesária Évora , la reina de la morna , en 2006
Modelo rítmico de la coladeira, 106~120 bpm .
Grupo de kolá, en la Fiesta de San Juan, en São Vicente
Modelo rítmico de la tabanca, ± 120 bpm .
Ejemplo de figuras rítmicas típicas de la mazurca
Modelo rítmico del cola-zouk, 90-120 bpm .