En equitación, se llama galope (del antiguo alto alemán ga-laupan, correr) a la marcha del caballo, que consiste en una serie de saltos sobre los cuartos traseros, saltos en los que siempre queda terreno a su frente y que se realizan moviendo los brazos al compás.
Este aire, que es más veloz que el trote, recibe diferentes nombres: Según su velocidad, se llaman corto o de picadero, suelto, largo y violento, a toda rienda o a rienda suelta.
Según la descripción zootécnica, en el galope uno de los bípedos diagonales funciona siempre sinérgicamente, mientras que los dos miembros que componen el otro se levantan y apoyan sucesivamente.
El caballo puede galopar a la derecha o a la izquierda, según cual sea el miembro anterior derecho o el miembro anterior izquierdo el que más se eleve.
Entre las series de tres golpes existe un silencio menos corto que los otros.