Enciclopedia Británica

[1]​[2]​ La Britannica es la enciclopedia en inglés más antigua todavía en edición (aunque ya no se edite en papel).

[4]​ Empezando con la undécima edición, la Britannica gradualmente ha ido resumiendo y simplificando sus artículos para ampliar su mercado en Norteamérica.

[8]​ Aunque la publicación se realiza en Estados Unidos desde 1901, la enciclopedia ha mantenido su tradicional ortografía británica al escribir, por ejemplo, labour («trabajo») en lugar del término estadounidense labor.

[1]​ En el transcurso de su historia, la Britannica ha tenido dificultades para cosechar beneficios económicos, un problema común entre muchas enciclopedias.

La Britannica ha cambiado de manos en numerosas ocasiones; entre los anteriores propietarios se encuentran la editorial escocesa A & C Black, Horace Everett Hooper, Sears Roebuck and Company y William Benton.

Aunque algunos colaboradores fueron reclutados por amistad personal con los redactores jefe, más notablemente Macvey Napier, otros fueron a la Britannica por su creciente reputación.

[1]​[4]​ Sin embargo, a finales del siglo XIX, la 9.ª edición estaba desactualizada y la Britannica confrontaba serios problemas económicos.

También simplificaron los artículos de la Britannica, disminuyendo su contenido pero volviéndola más comprensible al público en general.

[1]​[2]​[16]​ Varias ediciones, desde la tercera a la novena, fueron copiadas y vendidas sin autorización en los Estados Unidos[4]​ dando comienzo a la Dobson's Encyclopædia (la cual consistía prácticamente en una copia de la tercera edición de la enciclopedia “Britannica”, con un estilo más patriótico, adaptado para lectores americanos).

[18]​ En un anuncio relacionado, el naturalista William Beebe era citado diciendo que la Britannica estaba más allá de la comparación porque no hay competidor.

Para expandir su educación, muchos se han dedicado a leer la Britannica por completo, empleando entre tres y veintidós años para lograrlo.

[20]​ El escritor George Bernard Shaw afirmó haber leído completamente la novena edición-exceptuando los artículos científicos[4]​-, Richard Evelyn Byrd tomó a la Britannica como material de lectura para su estadía de cinco meses en el Polo Sur en 1934, mientras Philip Beaver la leyó durante una expedición marina.

Debido a su tamaño aproximadamente constante, la enciclopedia ha necesitado reducir o eliminar alguno de sus temas para acomodar otros, tomando algunas decisiones controvertidas.

[4]​ Sin embargo, la Britannica, ha defendido el acercamiento científico a temas emotivos, como hizo William Robertson Smith en sus artículos sobre religiones en la novena edición, particularmente afirmando que la Biblia no era históricamente exacta (1875).

Sin embargo, su libro fue denunciado como polémico por sus contemporáneos; por ejemplo, el New York Times escribió "rencor y poca templanza... impregna el libro", mientras el New Republic opinó: "es desafortunado para el propósito rencoroso del Sr. Wright que procediera con un espíritu acientífico y dando tan poca justificación objetiva de sus críticas.

Los contenidos y la información de la Britannica se puede encontrar siguiendo las referencias cruzadas existentes tanto en la Micropædia como en la Macropædia; sin embargo, estas son escasas, habiendo como promedio solo una por página.

[7]​ Como consecuencia, este «Esquema» es consultado por los editores de Britannica para decidir qué artículos deben ser incluidos en la enciclopedia.

De la misma manera, los lugares que comparten denominación están organizados alfabéticamente por país y sucesivamente por divisiones territoriales cada vez menores.

La Editorial Carenzo (Chile), ha lanzado una versión promocional de la Britannica Concise Encyclopædia en castellano para América Latina.

[53]​ Además, también hay disponibles suscripciones especiales que se ofrecen a escuelas, institutos y bibliotecas.

[68]​ Entre sus predecesores como redactor jefe se encuentran Hugh Chisholm (1902-1924), James Louis Garvin (1926-1932), Franklin Henry Hooper (1932-1938),[69]​ Walter Yust (1938-1960), Harry Ashmore (1960-1963), Warren E. Preece (1964-1968, 1969-1975), Sir William Haley (1968-1969), Philip W. Goetz (1979-1991),[1]​ y Robert McHenry (1992-1997).

Cauz ha estado buscando alianzas con otras empresas y ampliar la marca Britannica a los nuevos productos educativos y de referencia, continuando con la estrategia iniciada por el ex director general Elkan Harrison Powell en la década de 1930.

ahora es dueño de marcas registradas sobre las palabras Britannica, Encyclopædia Británica, Macropædia, Micropædia y Propædia, así como en su logotipo cardo.

[83]​ En los campos rápidamente cambiantes, como la ciencia, la tecnología, la política, la cultura y la historia moderna, la Britannica ha luchado para mantenerse al día, un primer problema analizado de forma sistemática por su exeditor Walter Yust.

[15]​ A pesar de que la Britannica se encuentra disponible tanto en formato multimedia como en Internet, su supremacía está siendo desafiada por otras enciclopedias en línea, como Wikipedia.

La Britannica de 1994 fue criticada por publicar una historia sobre Charles Drew enardecedora, que desde hace mucho tiempo había sido desacreditada.

[84]​ Al igual que la Enciclopedia Británica, Encarta estaba disponible en línea por suscripción, aunque algunos contenidos se podía acceder de forma gratuita.

Robert McHenry, redactor de la Enciclopedia Británica, dijo que Wikipedia no puede aspirar a competir con esta en precisión.

Al final, la revista encontró solamente ocho errores graves, como equívocos en general de los conceptos vitales, en los artículos.

Nature defendió su historia y se negó a retractarse, indicando que, como se compara a Wikipedia con la versión web de la Britannica, que utiliza cualquier material relevante disponible en sitio web de la Enciclopedia Británica.

Uno de sus detallados dibujos:
La esfera armilar .
Frontispício de la primera edición de la Encyclopædia Britannica .
Las ediciones de mitad del siglo XIX de la Enciclopedia Británica incluían investigaciones seminales como la del artículo sobre Egipto de Thomas Young , que incluía la traducción de los jeroglíficos en la Piedra de Rosetta .
Anuncio de la 11.ª edición, en Estados Unidos en mayo de 1913, en la revista National Geographic .
Un grabado por Andrew Bell de la primera edición.
Esbozo en la Enciclopedia Británica.
15.ª edición de la Britannica . El volumen inicial con la cubierta verde es la Propædia ; los volúmenes con cubiertas rojas y negras son de la Micropædia y la Macropædia , respectivamente. Los últimos tres volúmenes son: El libro del año 2002 (cubierta negra) y dos volúmenes de índice (cubierta cian).
La edición de 2007 incorporó las colaboraciones del premio Nobel de economía Milton Friedman.
El físico, químico y Premio Nobel Ernest Rutherford participó en la elaboración de la 11.ª edición
Retrato de Thomas Spencer Baynes , editor de la novena edición. Pintado en 1888, se encuentra ahora en la sala "Senate" de la Universidad de St. Andrews en Escocia .