1503)[notas 1] fue un pintor español, situado en la transición del estilo gótico a la pintura renacentista.
Tras su formación, probablemente con Fernando Gallego en Salamanca, habría viajado muy joven a Italia, donde se documenta a «Pietro Spagnuolo» trabajando bajo el mecenazgo del duque de Urbino, Federico de Montefeltro.
La mención a un «Pietro Spagnuolo pittore» trabajando en Urbino en 1477, hizo que, desde 1927, se identificase al así llamado con Pedro Berruguete, suponiendo una formación y estancia italiana del pintor que no es aceptada por toda la crítica.
[3] Después de su presunta estancia italiana, Berruguete habría regresado a Castilla, donde encontró una buena clientela en el estamento eclesiástico, centrando su producción en pinturas para retablos.
[4] Según Ceán Bermúdez Berruguete aparece documentado en Toledo en 1483, donde decora los muros de la Capilla del sagrario viejo de la Catedral primada, aunque la documentación subsistente remite más bien al año 1493.
En su pintura destaca la influencia del Renacimiento italiano, en el hecho de querer enmarcar las figuras y las acciones en el espacio, mediante la utilización de la luz y la perspectiva, aunque a veces no bien resuelta.
Las innovaciones en composición y perspectiva traídas de Italia se hacen evidentes en estas dos obras.
En la Decapitación, utiliza como fondo una arquitectura inspirada en lo que hacía Francesco Laurana en ese momento en Urbino.
En estas pinturas, quizá por deseo de los comitentes, se ajusta a los esquemas gotizantes que imperaban en Castilla en ese momento, utilizando el fondo de oro y composiciones algo rígidas.