Las esculturas fueron ejecutadas por el milanés Ambrogio Barocci, que fue también el decorador de las habitaciones interiores.Después de la muerte del Duque Federico (1482), la construcción se dejó parcialmente inacabada.La segunda planta se añadió en la primera mitad del siglo siguiente por Girolamo Genga.Está considerado el primer palacio (no castillo) construido, puesto que pese a su imponente aspecto en la fachada que se ve a la entrada de la ciudad, no tenía un carácter defensivo.[2] A Federigo lo sucedió su hijo Guidobaldo da Montefeltro, quien se casó con Elisabetta Gonzaga, hija del caudillo de Mantua, la más brillante entre las pequeñas cortes italianas en cuanto a su vida musical y artística.