Laurie David estaba tan entusiasmada con la exposición de Gore que, junto al productor Lawrence Bender, se reunió con Guggenheim para adaptarla a una película.
y 26 millones USD en el extranjero, convirtiéndose en la décima película documental más taquillera hasta la fecha en los Estados Unidos.
[8] Gore señala que estas fotos transformaron radicalmente nuestra forma de ver la Tierra, ayudando a encender el ecologismo moderno.
A lo largo del documental se discute la opinión científica sobre el cambio climático, así como los actuales y futuros efectos del calentamiento global y subraya que el cambio climático «no es realmente una cuestión política, sino más bien de carácter moral», describiendo las consecuencias que cree que el cambio climático global producirá si la cantidad de gases de invernadero generada por los humanos no se reduce significativamente en un futuro inmediato.
El derretimiento del agua de Groenlandia, debido a su menor salinidad, podría a su vez detener las corrientes que mantienen cálido el norte de Europa y rápidamente desencadenar un dramático enfriamiento en dicha zona.
También contiene varios cortometrajes animados con proyecciones de lo que podría suceder a diversos animales vulnerables al cambio climático.
La película termina con Gore argumentando que si las acciones apropiadas se toman pronto, los efectos del calentamiento global se pueden revertir con éxito mediante la liberación de menos CO2 y la plantación de más vegetación que consuma el CO2 existente.
Este contiene información adicional, análisis científico y los comentarios de Gore sobre los temas presentados en su contraparte audiovisual.
[20][21] También apoyó la financiación del controvertido y bastante postergado satélite Triana, que habría proporcionado una imagen de la Tierra en línea las 24 horas del día y habría actuado como un barómetro que midiera el proceso de calentamiento global.
[25] David y Bender más tarde se reunieron con el director Davis Guggenheim para que dirigiese la adaptación cinematográfica.
[32] Guggenheim dice que si bien hubiera sido mucho más fácil utilizar un único formato, no habría tenido el mismo impacto.
[38] Ted Scambos, científico jefe de National Snow and Ice Data Center, comentó que la película «hace un excelente trabajo en resumir la ciencia detrás del calentamiento global y los retos que la sociedad se enfrenta en el presente siglo debido a él».
[43] Nielsen-Gammon pensó que la película rechazó la información obtenida por modelos computacionales y en su lugar se basó enteramente en la evidencia observacional del pasado y la actualidad, «tal vez porque esa información sería difícil para un público general comprender, creer o conectar emocionalmente».
[43] Steven Quiring, climatólogo de la Universidad de Texas A&M añadió que «ya sea si a los científicos les gusta o no, Una verdad incómoda ha tenido un impacto mucho mayor en la opinión pública y la conciencia pública sobre el cambio climático global que cualquier artículo o informe».
Ebert dijo «En 39 años, nunca he escrito estas palabras en una crítica de película, pero aquí están: Te debes a ti mismo ver este filme.
[56] David Remnick de The New Yorker añadió que si bien no era «la película más divertida del año, pero tal vez sea la más importante» y es un «intento brillantemente lúcido, a menudo fascinante, para advertir a los estadounidenses de nuestro empecinado camino al suicidio global».
[60] En un «extenso sondeo de salida» en «mercados suburbanos conservadores como Plano e Irvine (Orange, California), así como Dallas y Long Island» el 92 % de los encuestados calificó «Veracidad» altamente y el 87 % dijo que la recomendarían a un amigo.
Escribió en un artículo de opinión en Wall Street Journal que Gore estaba usando una presentación sesgada para explotar los temores del público para su propio beneficio político.
«Una verdad incómoda ignora por completo la grave situación de los pueblos indígenas del Ártico, cuyas culturas y entornos se enfrentan a profundos cambios producidos por el derretimiento del hielo polar», sostuvo el historiador ambiental Finis Dunaway.
«Inconvenient Youth se basa en la creencia de que los adolescentes pueden ayudar a dirigir los esfuerzos para resolver la crisis climática», dijo Gore.
«A mi juicio tenemos que dejar de lado si los gases de efecto invernadero han sido causados por el hombre o por efectos naturales y centrarnos en las tecnologías que nos permitirán vivir una vida mejor y al mismo tiempo proteger el medio ambiente».
Los senadores demócratas Jeff Bingaman (Nuevo México) y Harry Reid (Nevada) asistieron a su estreno en Washington por la National Geographic Society.
[106] En contraste con Inhofe, el senador republicano John McCain (Arizona), no criticó los esfuerzos de Gore o Una verdad incómoda, la que tenía previsto ver.
[117] El primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero distribuyó 30 000 copias a los colegios españoles en octubre de 2007.
[118] En Burlington (Ontario, Canadá) la Junta Escolar del Distrito Halton la puso a disposición de las escuelas como recurso educativo.
El juez dijo que exhibirla sin dichas explicaciones sería una violación de las leyes educativas.
Sobre la base del testimonio de Robert M. Carter y los argumentos esgrimidos por los abogados del demandante, el juez además señaló nueve «errores», es decir, declaraciones sobre cuya veracidad no se pronunció, pero que encontró que se apartaban de la postura científica principal sobre el calentamiento global.
[131] En enero de 2007, el consejo escolar Federal Way (Washington) votó que los profesores requieran una aprobación del director y el superintendente para exhibir la película a los estudiantes y deban incluir una presentación aprobada de una «postura opuesta».
[141] La banda sonora original fue compuesta por Michael Brook y el tema principal que acompaña los créditos estuvo a cargo de Melissa Etheridge.
[144] Etheridge recibió el premio Óscar 2006 a la mejor canción original por «I Need to Wake Up».