Ugolino y Vadino Vivaldi

Los hermanos Ugolino y Vadino (o Guido[1]​ o Vandino) Vivaldi (fechas y lugares de nacimiento y muerte inciertos) fueron dos comerciantes y navegantes genoveses del siglo XIII recordados por haber intentando alcanzar por mar una nueva ruta hacia la India, expedición que desapareció sin dejar rastro y que fue uno de los primeros viajes documentados que zarpó desde el Mediterráneo hacia el Atlántico desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d. C. En la primavera de 1291 se embarcaron en Génova con la intención de llegar a la India por mar con suministros para diez años.

La expedición fue financiada por Teodisio Doria y estaba pilotado por marinos mallorquines.

Se formularon varias hipótesis sobre el destino de los navegantes: que las galeras, a remo y de casco delgado, no eran adecuadas para navegar por el océano; que puesto que no se usaba la brújula y solamente se navegaba siguiendo la costa con desembarcos frecuentes, habrían naufragado en las aguas difíciles próximas a la desembocadura del río Senegal.

[5]​ Cuando nuestro fraile viajero se mueve en los alrededores de la ciudad de Magdasor, se encontró con un hombre genovés llamado Sor Leone que se encontraba en esa ciudad «buscando a su padre, que había partido en dos galeras, como ya he explicado, y le dieron todos los honores, pero cuando este Sor Leone quería atravesar el imperio de Graciona para buscar a su padre, el emperador de Magdasor no lo permitió, porque la ruta era dudosa y el camino peligroso».

Si hay algo de verdad en todo esto, no sería extremar la credulidad imaginar que los Vivaldi llegaron hasta Senegal, y que sus aventuras terminaron allí.

Papiro Masson, en sus Anales, escribe que los hermanos fueron los primeros descubridores modernos de las islas Canarias.

Los hermanos Vivaldi posteriormente se convirtieron en tema de las leyendas que aparecieron en las que circunnavegaron África y vuelto por Etiopía antes de ser capturados por el legendario rey cristiano Preste Juan.

[14]​ De acuerdo con Henry F. Cary, el destino de Ulises fue inspirado «en parte del destino que había razones para suponer había caído sobre algunos exploradores aventureros del océano Atlántico».