En 1921 el Congreso del PSOE decide por estrecho margen de votos no ingresar en la Internacional Comunista.
Los partidarios del ingreso deciden crear el Partido Comunista Obrero Español.
En ese mismo mes, las dos Federaciones Juveniles Comunistas se fusionaron, dando lugar a la Unión de Juventudes Comunistas de España, nombrando como su primer secretario general a Tiburcio Pico.
Es un periodo en el que tanto el PCE como la UJCE conocen por primera vez la clandestinidad.
[4] En 1932 se celebró en Bilbao el II Congreso de la UJCE, caracterizado por la renovación interna.
En este sentido se apoyó una primitiva versión del Frente Popular, auspiciada por el PCE, la CGTU (sindicato comunista) y la UJCE en las elecciones de noviembre de 1933, con pobres resultados, pese a incrementar el voto con respecto a anteriores convocatorias.
En marzo de 1936 finalmente se fusionan la UJCE y las JJSS, dando lugar a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
La JSU fue durante este periodo la organización juvenil política más fuerte del bando republicano, con 250 000 militantes a los pocos meses de comenzar la guerra y contando con más de medio millón al acabar la contienda.
También se caracterizó la JSU, desde el comienzo de la guerra, por su apuesta firme por la creación del Ejército Popular.
En otoño de 1938, por otro lado, sectores del PSOE contrarios a la influencia comunista en la JSU deciden reorganizar sus Juventudes.
Mientras tanto, jóvenes socialistas vinculados al PSOE organizan el I Congreso en el exilio de la Juventud Socialista de España en territorio francés, con lo que la JSU quedó herida en su carácter unitario.
Se realizaron nuevas conferencias en 1972 y 1973 que consolidaron un núcleo de dirección nacional estable.
Ante la presión de familiares y abogados fueron posteriormente liberados sin cargos.
Se concibe la UJCE como amplia organización de masas, como "movimiento joven para la libertad y el socialismo", con "uniones" como organizaciones de base y "federaciones" en cada provincia, región o nacionalidad.
El modelo organizativo "abierto" y "de masas" derivó en una estructura hipertrofiada, con comités inestables, "uniones" sin continuidad en el trabajo, imprevisión, debilidad ideológica, etc.
Como objetivo estratégico, se plantea el desarrollar un movimiento juvenil democrático, que ayude a consolidar la Transición e introduzca en su agenda política las reivindicaciones de la juventud.
Se trata de una UJCE muy compenetrada con el PCE y su proyecto eurocomunista.
Es una organización centrada en la temática juvenil y el trabajo institucional, donde se propone la creación de un "Consejo Federal de la Juventud" en el que participen todas las organizaciones juveniles del país.
Se constituyeron nuevas federaciones en Andalucía, Canarias o el País Valenciano.
Como secretario general se reeligió a Josep Palau, que había sustituido poco antes a Domènec Martínez al haber tenido que asumir este tareas de dirección en el PSUC.
Estas tendencias proponen la disolución de la UJCE en un movimiento juvenil tenido por sujeto principal de la revolución articulado en torno al potencial del "pasotismo", definido como "antiautoritario" y "revolucionario".
En este Congreso jugó un importante papel frente a los sectores que proponían la disolución del PCE.
También fue destacable la campaña contra la Ley de Seguridad Ciudadana promovida por el gobierno socialista (denominada Ley Corcuera, en referencia al Ministro del Interior que la apoyó) en 1992, lo que motivó el impulso de la "Iniciativa Juvenil por las Libertades".
Debido a las sucesivas crisis del PCE, se produjo el desmantelamiento de la UJCE en prácticamente todas las comunidades autónomas.
Tras dicho proceso congresual, la gaditana Anabel García Saucedo fue elegida secretaria general de la UJCE.
[12]"Durante el XV Congreso, se encontraron limitaciones que dificultan su actividad política actual.
Estas limitaciones están relacionadas con la falta de una estrategia clara para culminar el proceso revolucionario y la necesidad de reconstruir el Partido Comunista, que es crucial para el proyecto comunista en la actualidad.
Se busca abordar estos límites mediante la autocrítica y la superación, reconociendo la responsabilidad de rearticular el proyecto comunista en su totalidad.
Esta escisión pasa a denominarse UJC y es bien recibida por las organizaciones del MS.
En conclusión, la mitad de la organización pasa a integrarse en el MS y la otra mitad mantiene la pugna abierta con la Comisión Promotora anunciada por el PCE y manteniendo al Partido como referencia, alineándose con el sector más crítico del mismo.