Suma teológica

[3]​ La obra fue completada póstumamente por sus discípulos (entre ellos por su secretario, amigo y confesor, fray Reginaldo de Piperno).Los artículos tienen casi siempre la misma estructura: (1) una pregunta inicial (que expresa normalmente lo contrario de lo que piensa Tomás de Aquino) como «¿Existe Dios?» o «¿Siempre está mal hacer la guerra?»; (2) se enuncian primero argumentos que irían en contra de la tesis propuesta (objeciones); (3) después Tomás cita una autoridad para indicar si se responderá positiva o negativamente (sed contra); (4) luego desarrolla en el cuerpo principal la respuesta (responsio); (5) y finalmente se contestan una a una las objeciones (a las objeciones).[6]​ Para ejemplificar la estructura: A veces las objeciones son contra-argumentadas directamente en la misma respuesta, por lo que Tomás responde con frases como «está incluida en lo dicho» (por ejemplo en el artículo 4 de la primera Cuestión en la Parte I).[8]​ Después de haber terminado su tratado sobre la Eucaristía en 1273, Aquino tuvo varias experiencias místicas y éxtasis.Algunos fueron llamados por nombres especiales: Otros autores citados son: Platón, Boecio, Atanasio, Anselmo, Hilario y Juan Escoto Eriugena.A este respecto se deducen los pensamientos de la unidad, la infinitud , la inmutabilidad y la bondad del ser más elevado.Por motivos morales, Santo Tomás aboga enérgicamente por la libertad; pero, con sus premisas, sólo puede pensar en la forma psicológica de la automotivación.Nada en el mundo es accidental o gratuito, aunque pueda parecerlo en referencia a la causa próxima.Desde este punto de vista, los milagros se vuelven necesarios en sí mismos y deben ser considerados simplemente como inexplicables para el hombre.Su tema es la lucha del hombre por el fin más elevado, que es la bienaventuranza de la visio beata.La «razón humana» pronuncia juicio sobre el carácter del fin; es, por tanto, la ley de la acción.Los actos humanos, sin embargo, son meritorios en la medida en que promueven el propósito de Dios y su honor.Sin embargo, dado que la voluntad también mueve a los otros poderes del hombre, el pecado también tiene su asiento en ellos.Dios no es la causa del pecado porque, al contrario, atrae todas las cosas hacia él; pero desde otro lado, Dios es la causa de todas las cosas, por lo que es eficaz también en el pecado como actio pero no como ens.La consecuencia de esta pérdida es el desorden y mutilación de la naturaleza del hombre, que se manifiesta en la «ignorancia; malicia, debilidad moral, y especialmente en la concupiscentia, que es el principio material del pecado original».Dado que el pecado es contrario al orden divino, es culpable y está sujeto a castigo.Dios obra incluso en los pecadores para llevarlos al fin «instruyendo mediante la ley y ayudando por la gracia».Los consilia muestran cómo se puede alcanzar el fin «mejor y más rápidamente» mediante la renuncia total a los bienes terrenales.Entra un acto creativo de Dios, que se ejecuta como motivo espiritual en una forma psicológica correspondiente a la naturaleza del hombre.En la medida en que esta verdad que debe conocerse es práctica, primero incita a la voluntad, que luego lleva la razón al «asentimiento»; pero como, además, el bien en cuestión es trascendente e inaccesible al hombre por sí mismo, requiere la infusión de una «capacidad» o «disposición» sobrenatural para hacer al hombre capaz tanto de la fe como del amor.La ley humana no es todopoderosa; no puede gobernar la conciencia de un hombre, ni prohibir todos los vicios, ni puede obligar a todos los hombres a actuar de acuerdo con su letra.Además, es posible que se pueda emitir un edicto sin ningún fundamento legal, como se define en la cuestión 90; en este caso, los hombres no están obligados a actuar, salvo cuando esto ayuda al bien común.El camino que conduce a Dios es Cristo, tema de la parte III.Con respecto a la redención, Santo Tomás enseña que Cristo debe ser considerado redentor según su naturaleza humana, pero de tal manera que la naturaleza humana produce efectos divinos como órgano de la divinidad.Sin duda, Dios, como el ser supremo, podía perdonar pecados sin satisfacción; pero debido a que su justicia y misericordia podían revelarse mejor a través de la satisfacción, eligió este camino.Sin embargo, tan poco como la satisfacción es necesaria en sí misma, tan poco ofrece un equivalente, en un sentido correcto, de la culpa; se trata más bien de una «satisfacción sobreabundante», ya que a causa del sujeto divino en Cristo, en cierto sentido, su sufrimiento y su actividad son infinitos.Era una ofrenda llevada a Dios, que como acto personal tenía carácter de mérito.Así como Cristo, exaltado, todavía influye en los hombres, también obra continuamente por ellos en el cielo mediante la intercesión (interpellatio).Santo Tomás intenta eliminar la dificultad de que una cosa sensual produzca un efecto creativo, distinguiendo entre la causa principalis et instrumentalis.La primera versión completa en castellano fue la traducida por Hilario Abad de Aparicio, publicada en Madrid, 1880-1883, en cinco volúmenes.
Colección de Summa theologica .
Summa theologiae , 1482.
Triunfo de Santo Tomás de Aquino por Benozzo Gozzoli . Se muestra a Platón, Aristóteles y Averroes, autores que fueron citados en la Summa .
Summa theologica , 1596.