Sofía del Palatinado

En consecuencia, su hijo Jorge I sucedió a su prima en segundo grado, la reina Ana, al trono británico.

Durante este tiempo, los Estuardos ingleses también se exiliaron y Sofía fue cortejada por su primo, Carlos II de Inglaterra.

Nacido cadete y sin tierras, Ernesto Augusto fue exitoso en lograr que la Casa de Hannover fuera elevada a dignidad electoral en 1692.

Como resultado, la princesa Sofía se convirtió en electora consorte de Hannover, título por el que es más recordada.

Sofía enviudó en 1698, pero antes de ello ya su nombre había sido mencionado en conexión con el trono inglés.

De haber reinado, habría sido conocida probablemente como la reina Sofía de Gran Bretaña, pero eso no quita el hecho que ella es la matriarca de la actual monarquía británica, ya que entre ella y la reina Ana había una relación bastante lejana, pero entre ellas había muchos miembros con más derechos dinásticos pero que profesaban la fe católica.

Ernesto Augusto logró que la casa de Hannover fuera elevada a la dignidad electoral en 1692.

Le preocupaba el estatus legitimado de Dorotea, pero finalmente se avino por las ventajas inherentes al matrimonio.

En 1701, dicha Acta de Establecimiento, declara a Sofía como presunta heredera al trono británico, con el fin de eliminar cualquier demanda del católico Jacobo Francisco Eduardo Estuardo, así como negar la sucesión a muchos otros católicos que pudieran alegar tener mayores derechos.

[4]​ Aunque considerablemente mayor que la reina Ana, Sofía disfrutaba de una salud mucho mejor.

Sofía fue enterrada en la capilla del Palacio de Leine, al igual que su esposo y, más tarde, su hijo Jorge.

A su muerte, le sucedió su hijo mayor como heredero presuntivo del trono de Inglaterra.

Sofía, princesa consorte de Hanóver