Fue criada en la corte real de su medio hermano Cristián III, y era considerada amable, sensible, religiosa y una belleza extraordinaria.
El matrimonio no tuvo hijos y Magnus murió en 1550.
Se volvió a casar en 1556 con el duque Ulrico III de Mecklemburgo-Güstrow.
Tuvieron una hija: Isabel visitaba frecuentemente la corte de Dinamarca, y también a su cuñada la exreina Dorotea de Sajonia-Lauenburgo.
Después de que su hija se convirtiera en reina de Dinamarca en 1572, sus visitas a Dinamarca se hicieron más largas.