Sofía de Mecklemburgo-Güstrow

Al igual que Ulrico, tenía un gran amor por el conocimiento.

Sofía era una madre cariñosa, cuidando a sus hijos personalmente durante sus enfermedades.

Mostró un gran interés en la ciencia y visitó el astrónomo Tycho Brahe.

Ella organizó el matrimonio en contra de la voluntad del Consejo.

Pasó su tiempo allí en el estudio de la química, la astronomía y otras ciencias.

La reina viuda Sofía manejó sus fincas en Lolland-Falster tan bien que su hijo le pidió dinero prestado a ella en varias ocasiones por sus guerras.

En 1603 se vio envuelta en una disputa por la herencia de su tío, que permaneció sin resolver a su muerte en 1610.