El georgismo —comúnmente llamado así por Henry George, su más conocido teórico— o geoísmo, a veces confundido con la geonomía (una ciencia) y conocido históricamente como el movimiento del impuesto único, es una filosofía política e ideología económica por la que los individuos son dueños de aquello que logren crear, pero todo aquello que es proporcionado por la naturaleza, sobre todo la tierra, pertenece a toda la humanidad por igual.
Además este programa incluye la eliminación de todos los demás impuestos existentes.
[1] Con la implantación del «impuesto único», el Estado puede y debe evitar gravar cualquier otra clase de ingreso, riqueza o transacción.
La teoría económica común reconoce que un impuesto sobre el valor de la tierra sería muy eficiente.
En la era moderna, hay grupos inspirados por Henry George, con más de un énfasis en la ecología o la economía monetaria.
Existen diversas personalidades que en algún momento de su carrera han propugnado las ideas georgistas, aunque sin necesariamente declararse como tales, han sido: Herbert Spencer,[5] León Tolstoi,[6] Sun Yat Sen,[7] Helen Keller, Matt Bellamy , Winston Churchill,[8] Clarence Darrow,[9] Albert Einstein, Silvio Gesell, Aldous Huxley, Blas Infante,[10] Joaquín Costa, Baldomero Argente, Julio Senador Gómez, Mumia Abu-Jamal,[11] Henry Ford,[12] Albert Jay Nock, David Lloyd George,[13] Mark Twain,[14] William Morris, entre otros.
Las ideas de George también se han tomado hasta cierto grado en Australia, Hong Kong, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur y Taiwán.