Además, esta participación de empresas adicionales también sería ineficiente: la replicación de las estructuras industriales no conduce necesariamente a una mejora ya sea en la cantidad o en la calidad del producto.
[4] En otras palabras, resulta más eficiente que haya una sola oferta de un producto o servicio ya sea suministrado por el sector público (gobierno estatal, regional o local) o una empresa, puesto que los costes medios tienden a bajar según aumentamos la productividad de lo invertido, el monopolista aumenta su ganancia (Nota: esto no necesariamente implica que el monopolista baje el precio, ya que el precio se determina por costo marginal igual a costo marginal: esta baja de precios, en realidad, operaría sólo si se estamos en presencia de costos marginales decrecientes, que en general no es relevante, sino de costos fijos importantes como causantes de costos medio totales decrecientes).
Al mismo tiempo, otorgan, en algunos casos, otros servicios a los usuarios (incluyendo municipalidades y ayuntamientos, entre otros) tales como tratamiento de aguas servidas, servicios de gas o electricidad.
Sin embargo, desarrollos posteriores han sugerido que tales transformaciones no son necesariamente positivas o beneficiosas para los consumidores.
Como muestra, en Estados Unidos los servicios públicos mantenidos por empresas privadas son más de un tercio más caros y menos eficientes que los servicios ofrecidos por municipalidades.