En diferentes países de habla hispana se denomina de diferente forma a esta agua; así en España y Argentina es conocida como agua corriente.
El término alude a la vivienda y no al servicio proporcionado por el Estado.
Este es un tema controvertido en términos de salud, libertades y derechos del individuo.
Existe evidencia que prueba que las mejoras en los sistemas e infraestructura del agua han reducido la incidencia de enfermedades diarreicas y, por el contrario, en países donde no ha habido mejoras en dichos sistemas, existe prevalencia y severidad de dicha enfermedad.
Hay muchos países en donde el desecho y tratamiento de aguas es nulo o insuficiente, se requieren esfuerzos conjuntos de los gobiernos para avanzar en el tema ya que es un problema primordial.